Por Concepción Delgado Parra
Se dejará al gobierno por venir la tarea de resolver la inseguridad.
A cinco años del triunfo de Andrés Manuel López Obrador y su llegada a la Presidencia de la República, los avances obtenidos resultan innegables. El éxito más relevante de su gestión es haber sacado de la pobreza a 5.1 millones de personas y la radical reducción de la desigualdad, pese a la pandemia y al impacto de la guerra Ucrania-Rusia.
En el rubro de economía, el salario mínimo se incrementó en 88%, operación que disminuyó la brecha salarial y, al mismo tiempo, derrumbó el mito de que esta acción impactaría en el aumento de la inflación. En cuanto al crecimiento de la inversión extranjera directa alcanzó máximos históricos.
Creación de 4.8 millones de empleos, superando la cifra alcanzada en los últimos dos sexenios (EPN: 2.6 millones y FCH: 3.5 millones). Reducción de las comisiones que cobran las Afores a los trabajadores y la eliminación del llamado outsourcing.
La inversión en infraestructura sin endeudamiento público constituye otro logro importante de este gobierno. La construcción del Tren Maya, un proyecto de infraestructura de transporte de 1,525 kilómetros que atravesará los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo beneficiando el desarrollo de la región y la calidad de vida de sus habitantes.
El Tren Transístmico y el Tren Interurbano CDMX-Toluca, la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), sólo por mencionar algunas obras insignes de la 4T.
Un triunfo histórico es la elevación a rango constitucional de los programas sociales, se trata de un avance sin precedentes en el reconocimiento de los derechos sociales.
Hoy, 11.5 millones de adultos mayores reciben una pensión universal que tendrá un incremento del 25% en 2024. Más del 70% de las familias son beneficiarias al menos de un programa. Reciben becas 12 millones de estudiantes y más de 2.5 millones de jóvenes pertenecen al programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”. Personas con discapacidad, madres solteras, campesinos, niños y niñas, gozan del apoyo de programas sociales.
Los logros alcanzados durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador no se pueden regatear. Pero, también, es necesario señalar que aún tiene dos pendientes: el problema de la inseguridad y los desaparecidos.
Detener la dinámica de violencia desatada por el gobierno de Felipe Calderón es una tarea que requiere de un esfuerzo complejo. La desaparición forzada y la violencia que entraña está vinculada a una red de “negocios” de trata de personas, órganos, esclavitud moderna y mil etcéteras, en la que participan grandes consorcios internacionales con la anuencia de gobiernos en todas partes del mundo.
No se trata de un problema local, ni se resuelve con la creación de una Guardia Nacional. Estamos ante una estructura delictiva global que exige crear mecanismos de colaboración “transestatal” que el gobierno de López Obrador no tendrá tiempo de articular.
Aunque es verdad que el actual gobierno no reprime, ni viola los derechos humanos, también es cierto que dejará pendiente la tarea de resolver la inseguridad al gobierno por venir. Así, los claroscuros del Quinto Informe de Gobierno.