El Frente Amplio por México se tambalea: el Partido de la Revolución Democrática (PRD) anunció este jueves una pausa en su participación en el Comité Organizador del bloque opositor ―que completan el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional―.
¿La razón? El PRD está inconforme con la exclusión política que, según la institución, se le pretende aplicar al dejar fuera a sus dos aspirantes presidenciales rumbo a las elecciones del 2024.
Se trata de Miguel Ángel Mancera, senador y exjefe de Gobierno de la Ciudad de México; y de Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán, exsenador y exdiputado federal.
Ambos aseguran que reunieron las 150 mil firmas en 17 entidades que solicitó el Frente para pasar a la segunda ronda del proceso rumbo a la candidatura presidencial de la oposición.
¿Volverá el PRD al Frente? ¿Cómo le iría con un candidato o candidata por su cuenta? ¿Y qué peso político tiene actualmente?
Registro local solo en 17 entidades
El PRD ha perdido votos de manera constante desde su alianza con el PRI y el PAN, en 2018. De hecho, el partido del sol azteca solo tiene registro local en 17 entidades federativas.
En 2019, perdió el registro en Puebla. Para 2021, perdió el registro estatal en ocho entidades: Campeche, Chihuahua, Colima, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sinaloa.
Los descalabros siguieron en 2022, al perder el registro en otros cuatro estados: Durango, Hidalgo, Quintana Roo y Tamaulipas.
Finalmente, en 2023 perdió el registro en Coahuila y el Estado de México.
Si bien conserva el registro a nivel nacional, el partido que alguna vez fue una opción real de la izquierda en el país podría incluso perder ese derecho en la elección presidencial de 2024, independientemente de los registros locales que perdería en las elecciones para gobernador del próximo año.
Además, el PRD no gobierna ninguna de las 32 entidades federativas mexicanas; apenas tiene tres senadores, 15 diputados federales y sus números en congresos locales y alcaldías no tiene la suficiente fuerza como para ser considerada una fuerza política.
Eso sí, el perredismo puede presumir, con números de 2020 que publica el INE, que ocupa el segundo lugar a nivel nacional en el número de afiliados: 1 millón 242 mil 410 militantes, solo por debajo del PRI.
El peso de sus dos aspirantes políticos
Mancera y Aureoles suenan con las opciones más viables para abanderar al PRD en la elección presidencial del 2024, pero ninguno de ellos cuenta con un peso político importante como para pensar que serían rivales serios el próximo año.
Mancera es senador plurinominal y Aureoles dejó de ser gobernador de Michoacán en septiembre de 2021.
Si bien Mancera gobernó la capital del país de 2012 a 2018, su enfrentamiento abierto con su exaliado Andrés Manuel López Obrador lo dejó tan mal parado con el fundador de Morena que se tuvo que conformar con llegar a la Cámara Alta por medio de las listas que presentó el PRD hace cinco años.
Aureoles tiene más experiencia administrativa y política que Mancera (dos veces diputado federal, una vez senador y miembro fundador del PRD), pero su confrontación con el presidente de México lo alejó de las posibilidades de crecer su capital político y apagó sus aspiraciones reales de ser un candidato presidencial competitivo.
La intención de voto
Según la más reciente encuesta de El Financiero, Mancera ocupa el cuarto lugar de las preferencias electorales de la oposición, con un 12%, muy por debajo del primer lugar Xóchitl Gálvez (23%) y más cercano de Santiago Creel (14%) y Enrique de la Madrid (13%).
Por su parte, Aureoles no figuró en el más reciente sondeo de El Financiero, aunque si apareció en una encuesta anterior ocupando el quinto lugar de las preferencias electorales de la oposición, con apenas un 3% de la intención de voto.
Así que, según esta encuesta, Mancera tendría más intención de voto y oportunidad de alcanzar a la puntera Gálvez. ¿Declinaría Aureoles por su compañero de partido para ir juntos en un proyecto perredista común?
¿Una alianza con Movimiento Ciudadano?
Otra opción para el PRD podría ser una alianza con Movimiento Ciudadano, partido que ha expresado públicamente que no irá en coalición ni con el PRI ni con el PAN.
No sería la primera vez que el perredismo se alía con el partido naranja: en 2006 el entonces Partido Convergencia se alió con el PRD y el Partido del Trabajo (PT) para postular como candidato presidencial a Andrés Manuel López Obrador.
Seis años después, el PRD nuevamente fue con el PT y con Movimiento Ciudadano postulando nuevamente a AMLO.
Una posible nueva alianza entre el partido naranja y el perredismo tiene sentido por el hecho de que ambas son opciones que se presentan como alternativa y clara oposición tanto a López Obrador como al candidato o candidata que buscará la continuidad de la Cuarta Transformación.