La Patrulla Fronteriza informó que más de 15 mil migrantes, en su mayoría procedentes de Venezuela, han cruzado irregularmente el río Bravo en una semana.
Gloria Chavez, jefa del Sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. dijo que se trata de un aumento importante con respecto a los 1,700 migrantes que los agentes de la Patrulla Fronteriza encontraron en las dos primeras semanas de abril, según una publicada por The Brownsville Herald.
Ante ello, la ciudad de Brownsville, Texas, fronteriza con Matamoros, Tamaulipas, declaró un estado de emergencia por la llegada de miles de migrantes indocumentados que han cruzado desde México.
El repunte se produce a menos de 10 días de que llegue a su fin el Título 42, una política que data de la administración de Donald Trump que permite a Estados Unidos expulsar rápidamente a los migrantes indocumentados.
En el centro de Brownsville, familias de Venezuela, Cuba, Haití y China caminaban sin rumbo, cargando sus pertenencias y hablando por sus teléfonos móviles.
Algunos esperaban sus autobuses, mientras que otros estaban en el limbo, esperando a familiares antes de hacer planes para marcharse, pero sin encontrar refugio.
Funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos han dicho que estos cruces irregulares ponen a prueba un tramo de la frontera estadounidense que suele estar preparado para recibir a grandes grupos de personas que huyen de la pobreza y la violencia en sus países de origen, principalmente de Centro y Sudamérica.
El ritmo de las llegadas a Brownsville parece haber tomado desprevenida a la ciudad, situada en el extremo sur de Texas, poniendo a prueba los servicios sociales y colocando a un albergue nocturno en la inusual situación de tener que rechazar a personas.
La razón del aumento no quedó clara de inmediato. Las autoridades han dicho que los migrantes se han sentido frustrados al depender de una aplicación gubernamental con problemas de funcionamiento que puede permitirles solicitar asilo en un puerto de entrada.
Algunos migrantes que cruzaron esta semana citaron otros motivos, como las amenazas de los cárteles que precedieron inmediatamente al repentino aumento.
El Gobierno de Biden ya ha dicho que una vez que termine el Título 42, comenzará a aplicarse el Título 8: esta política permitirá que autoridades fronterizas procesen a los indocumentados, les tomen huellas dactilares y sus datos, y los expulsen en cuestión de días.
Si los migrantes expulsados intentan cruzar nuevamente a Estados Unidos, podrán enfrentar problemas legales y tendrán prohibida la entrada a territorio estadounidense por hasta 10 años.
Las autoridades estadounidenses han afirmado que el número de cruces irregulares diarios desde México podría ascender a 13 mil, frente a los 5,200 de marzo.
El Gobierno de Estados Unidos ha expulsado a 2,7 millones de migrantes indocumentados desde marzo de 2020 bajo el Título 42.