por Fortino Cisneros Calzada
Nicolás Maquiavelo, escritor renacentista, fue autor de El Príncipe, libro sobre el arte de la política escrito con bases en su extraordinario conocimiento del ser humano y de la sicología de las masas. Una de sus frases más agudas aunque no de las más conocidas dice: “La naturaleza de los pueblos es muy poco constante: resulta fácil convencerlos de una cosa, pero es difícil mantenerlos convencidos”.
Estas palabras del florentino deben ser asimiladas por quienes lograron llegar al poder en Tamaulipas y ahora ejercen la gran responsabilidad de honrar la confianza que en ellos fue depositada. Dejarse llevar de manera indolente y hasta negligente por los acontecimientos y hacerse el desentendido, puede tener resultados desastrosos, sobre todo en esta época de definiciones y de feroz resistencia a la recuperación del estado de derecho y la justicia social.
Ciertamente que el imperio de la ley exige mesura y tiento a los poderes constituidos en aras de la gobernabilidad democrática; pero, no es el caso de los partidos políticos, de los líderes populares o los luchadores sociales que actualmente permanecen ocultos o cuando menos callados. A finales del 2022, fue electo el nuevo Comité Directivo Estatal de Morena: Presidente del Consejo Estatal, Rómulo César Pérez Sánchez, Presidenta, Yuriria Iturbe Vázquez; Secretario general, Marcos Zuribi; Secretaría de Finanzas, Nadia Bethel Álvarez Espino; Secretaría de Organización, Sergio Julián Martínez; Secretaría de Comunicación, César Eduardo Luna; Secretaría de Jóvenes, Mauricio Alejandro Gattas Cano; Secretaría de Mujeres, Valentina Cota Victoria; Secretaría de Asuntos Jurídicos, Lucero Martínez López; Secretaría de Producción y Trabajo, Nubia Lizeth Almaguer; Secretaría de Derechos Humanos, Sandra Muñoz Pecina. ¿Alguien los conoce? ¿Alguien los ha visto?
En el caso más reciente, cuando el auditor superior del Estado, un tal Espino Ascanio se saltó todas las trancas y desestimó el mandato y los apercibimientos, legalmente sustentados, del Congreso del Estado por haber aprobado en tiempo récord y de manera irregular las cuentas públicas de ayuntamientos panistas en el ejercicio 2021 y otras del gobierno del Estado, simplemente alegó estar protegido por la autonomía del organismo puesto en sus manos precisamente para ocultar el saqueo de los cornudos.
Olvida que: “La Auditoría Superior del Estado, es el órgano técnico de fiscalización, control y evaluación gubernamental del H. Congreso del Estado de Tamaulipas”. ¡Depende del Congreso!; que: “Cuenta con personalidad jurídica y patrimonio propios; autonomía técnica, presupuestal y de gestión, en el ejercicio de sus atribuciones para decidir sobre su organización interna, funcionamiento y resoluciones en los términos que disponga esta ley”. ¡No puede hacer lo que le venga en gana, sino atender los ordenamientos legales!; que: “Se reglamenta por la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas para el Estado de Tamaulipas, la cual tiene como objeto regular la función de fiscalización, control y evaluación de la actividad financiera pública del Estado y de sus Municipios, así como de las entidades que dentro del mismo realicen gasto público federal, estatal o municipal, según sea el caso”. ¡No se manda solo!
Pues, con todo ello, los dirigentes, representantes, miembros y simpatizantes de Morena y activistas de la Cuarta Transformación no han dicho esta boca es mía para poner al tal Espino Ascanio en su lugar. Como dice el viejo y conocido refrán, oyen llover y no se mojan. Morena llegó al poder en Tamaulipas; pero, con tanto blanquillo tibio, es difícil que lo mantenga, como bien dijo don Nicolás.
Hasta orita, sólo se ha escuchado la voz del diputado Jesús Suárez Mata, quien explicó que el Congreso de Tamaulipas, en sesión permanente, puso un ultimátum al contralor del estado para que rinda la información solicitada, si no, será acreedor a las sanciones que contempla la ley. El plazo venció el lunes 29 de mayo a las cinco de la tarde. Se espera que para el martes se dé a conocer lo que los representantes populares decidieron por el flagrante desacato y violación de la ley.
Mientras los demás, siguen en sueños.