Balcón del pensamiento
Alicia Caballero Galindo
«¿Por qué te vas a meter en una diminuta caja de identidad pudiendo experimentar tu infinidad?“
Elizabeth Gilbert, escritora norteamericana
En diversas formas y por infinidad de circunstancias, se emplea la palabra identidad, buscando, de acuerdo al instinto gregario propio de la especie humana, el sentido de pertenencia. La Sociología enfatiza, metafóricamente, que, “el hombre aislado no existe” aunque hay infinidad de casos de personas ermitañas que subsisten solas en distintos medios ya sea por voluntad propia o por razones fortuitas.
Los primeros seres humanos, instintivamente requerían de grupo, para enfrentarse a la supervivencia de su especie, dada su vulnerabilidad ante los embates del medio ambiente circundante. Los hombres, por ser los que poseían una estructura más fuerte, se encargaban de las actividades que requerían de su fuerza, física, y las mujeres, dada su condición reproductiva, se dedicaban a la recolección de frutos y raíces y al cuidado de la prole. Así nacieron las hordas, primera agrupación humana. A medida que la civilización avanzó y el intelecto se fue desarrollando, y se descubrió la agricultura, presumiblemente por las mujeres, por mera deducción, donde tiraron semillas, surgieron plantas similares. Al dejar la vida nómada para asentarse en un lugar determinado surge el sedentarismo, dando lugar a la formación de las diferentes culturas con identidad propia, mediante idioma, religión, y gobierno, básicamente. El gregarismo es una de las principales características del ser humano, quedó inscrita dicha condición en el código genético de la especie.
El deseo de supremacía, han generado a lo largo de la historia, encuentros bélicos que han bañado de sangre y dolor, la tierra y las conciencias, pero a medida que la humanidad evoluciona, las formas de dominio van cambiando también. A la fecha, las sociedades humanas han evolucionado, pero se ha conservado la necesidad de pertenencia a un grupo determinado que se manifiesta por medio de las expresiones culturales de cada grupo. El nacionalismo, la historia, costumbres, ideología, las expresiones artísticas, formas de vestir, etc. Sin embargo, la intercomunicación por, los medios electrónicos, virtualmente, nos sitúan en distintos lugares del planeta en forma instantánea. Por medio de Google Earth se puede ubicar visualmente desde una computadora o celular, cualquier punto del planeta, la geografía, aspecto de campos y ciudades y más, por medio de Google Maps, se conoce ubicación exacta del punto más lejano del planeta a detalle y cómo llegar. Los conceptos han variado. Los viajes espaciales, sugieren la existencia de otras galaxias e infinidad de civilizaciones más avanzadas que la nuestra y pone al ser humano, en el justo medio del macro universo y el micro universo.
La identidad con la cultura de origen, adquiere adquieren hoy en día, matices distintos, porque las personas que observan la vida de distintas culturas, quieren vestir, cantar, comer, estudiar, con modelos, generados en otras partes del planeta, los seres humanos, como en un océano, se dejan llevar por diversas corrientes, convirtiéndose en “esclavos” de modas y costumbres que los homogenizan en un prototipo de delgadez, corte de pelo de moda, en los varones la barba y raparse la cabeza, en algunos grupos, dejarse crecer el cabello, o teñírselo de cierta manera ,etc.
Extrañamente, la “libertad” los convierte en esclavos de los requerimientos del grupo en que se desenvuelven. Los jóvenes que están en proceso de adquirir personalidad propia, hacen uso de ciertas libertades por “moda”. Si se despenalizó el uso de la mariguana, ¡hay qué consumirla! Solo para romper esquemas, cayendo en el riesgo de caer en la drogadicción si no se maneja con madurez esa “libertad”.
Las familias disfuncionales o desintegradas, generan que, los jóvenes busquen su identidad en otros grupos que, con frecuencia, no ofrece parámetros validos para su formación como individuos útiles a la sociedad, productivos y socialmente aptos para formar una nueva familia estable. Es importante recordar que la propuesta educativa sustentada en el constructivismo, pretende formar hombres y mujeres capaces de saber lo que desean y encaminar sus pasos hacia metas sólidas, y tener los recursos para lograrlas.
El universo de los conocimientos es infinito y para que las nuevas generaciones no se vean atrapadas por paradigmas falsos, deberán a ser libres por medio de la preparación, los valores morales y éticos. Al mirarse en un espejo puedan decir: “yo soy yo, valgo por lo que atesoro en el cerebro y el corazón, mi espíritu es libre para buscar mis metas con los pies bien puestos en la tierra y los objetivos sean alcanzados, sin más límites que la propia luz emanada de un ser equilibrado, en busca siempre de metas mayores sin límite de prejuicios de ninguna especie ni ataduras”
El ser humano, nace libre; las ataduras y limitantes, son producto de la mediocridad y los miedos infundados.