En medio de la desesperación y la incertidumbre, unos 2 mil 500 migrantes indocumentados —principalmente de Venezuela— cruzaron este martes el río Bravo hacia Estados Unidos desde Matamoros.
En un video compartido por los propios migrantes, se ve cómo las personas dejan a su paso pertenencias, principalmente ropa, en lo que representa el más reciente caso de una crisis humanitaria que involucra a países de Centroamérica y Sudamérica.
El cruce irregular de estos migrantes se da a unas semanas de que se acabe el Título 42, la política migratoria de la era Trump que permite expulsar rápidamente a migrantes indocumentados por la emergencia sanitaria derivada del covid-19.
El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, ha pedido reiteradamente a los indocumentados que no traten de cruzar irregularmente a territorio estadounidense.
El funcionario incluso ha pedido a quienes tienen la idea de ingresar a Estados Unidos que se queden en sus países mientras se refuerza la presencia de fuerzas de seguridad estadounidenses en la frontera sur de ese país.
La Patrulla Fronteriza informó la semana pasada que sus agentes hallaron en marzo a 162 mil 317 indocumentados frente a los 130 mil 024 registrados en febrero, un incremento del 25%.
Este aumento en las detenciones inquieta a las autoridades fronterizas.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) tuiteó este martes que ha aplicado y seguirá aplicando las leyes de inmigración.
«La frontera de EE.UU. no está abierta a la inmigración ilegal o irregular, y las leyes de inmigración de Estados Unidos siguen siendo estrictas, incluso cuando termine la orden de salud pública conocida como Título 42», informó la agencia.
El DHS agregó que el12 de mayo, cuando termine el Título 42, sus agentes «simplemente volverán a aplicar plenamente las leyes de inmigración en virtud del Título 8, poniendo a las personas en proceso de expulsión, y expulsando a aquellos que no tienen ninguna base para permanecer en Estados Unidos».