Delincuencia organizada, ejecuciones extrajudiciales, prácticas de tortura y desaparición forzada… estos problemas son parte de la «herencia dolorosa» que le dejó Francisco García Cabeza de Vaca al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya.
Así lo dijo este jueves el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación de México (Segob), Alejandro Encinas Rodríguez.
Durante una visita a Ciudad Victoria para una reunión institucional encabezada por el gobernador de Tamaulipas, Encinas dijo que el Gobierno de México tiene mucha esperanza de que la administración de Villarreal revierta los problemas que dejó Cabeza.
«En el estado hay problemas severos de delincuencia organizada; ejecuciones extrajudiciales; homicidios; problemáticas de desplazamiento forzado; prácticas de tortura; desaparición forzada», dijo el funcionario.
Agregó que en Tamaulipas también hay problemáticas derivadas de «fosas y sitios de exterminio, secuestro, tráfico de personas, robo de combustible, violencia sexual y una grave agravio a los derechos de las personas migrantes».
Encinas comentó que el Gobierno de México quiere colaborar con el Gobierno de Tamaulipas para revertir esta situación.
Los desafíos incluyen una terrible realidad: Tamaulipas ocupa el tercer lugar a nivel nacional en materia de desaparición de personas.
El estado también tiene el cuarto lugar en México en cuanto a personas no localizadas y un décimo lugar en cuanto al hallazgo sin vida de personas que estaban reportadas como desaparecidas.
Según Encinas, Tamaulipas también ocupa el primer lugar en desaparición de niñas, niños y adolescentes, siendo la población de 0 a 4 años la más vulnerable.
Además, las mujeres representan el 56.6% de los reportes de desaparición, frente al 43% de los hombres.
Esta cifra contrasta profundamente con los números a nivel nacional: un 70% de los casos de desaparecidos son hombres y un 30% mujeres.