Por Oscar Díaz Salazar
Si bien el anuncio, y la decisión, de que el doctor Federico Héctor Marín Martinez sería el nuevo delegado del IMSS en Tamaulipas, ocurrió a mediados del pasado diciembre, la medida entró en vigor a partir del inicio de este año (2023).
El nuevo delegado del IMSS en el Estado es foráneo. Sus estudios, y parte de su trayectoria profesional, los ha realizado en Puebla. Es por lo tanto un «pipope», cuya trayectoria en el Seguro, no ha estado exenta de acusaciones por corrupción, y constatarlo es tan fácil como introducir su nombre en un buscador de información, (googlearlo, pa que me entienda).
La compra “irregular” de cien ventiladores, es uno de los más recientes milagritos que le cuelgan al nuevo delegado del IMSS en Tamaulipas.
En la era de la «cuatrote», con el chiapaneco injertado de chilango Zoe Robledo como director del IMSS, se decidió que los delegados estatales del IMSS fueran «cuadros» formados en la institución, con larga trayectoria dentro de la entidad encargada de la seguridad social de los trabajadores y sus familias. Esta medida, la de reclutar en el interior a sus directivos, que en apariencia es positiva, tiene el grave inconveniente de que los jefes desconocen la entidad a la que son enviados, con todo lo que eso implica.
El Instituto Mexicano del Seguro Social es una institución muy importante. Sus servicios son muy relevantes, tanto o más que los que están a cargo de la secretaria de salud del gobierno estatal y el instituto de pensiones.
Por décadas, el IMSS ha quedado a deber a los tamaulipecos, y en particular a los reynosenses. A pesar de que hay miles de afiliados, trabajadores y patrones que bimestre tras bimestre pagan sus cuotas, los servicios que brinda el Seguro, cuando los brinda, son pésimos. En los hospitales y clínicas del IMSS (en Reynosa) son cotidianas las demoras, malos tratos, cancelaciones, falta de medicamentos, largas esperas, negativas, falta de equipo, falta de material de laboratorios, etc.
Las instalaciones son denigrantes, sucias, vetustas, mal ubicadas, mal ventiladas. El trato del personal de contacto y médico es ofensivo.
Los casos de negligencia que provocan muertes y/o complicaciones en algún padecimiento, se cuentan por centenas, aunque no tenemos la cultura de la denuncia formal.
En contraste, los negocios y las transas que hacen los directivos del IMSS son muy lucrativos y eventualmente nos enteramos de casos de compras infladas, desvío de recursos, subrogaciones amañadas, robo de medicamentos, contratos «arreglados», concursos simulados, robo hormiga, multas condonadas y otras maniobras similares.
Eso es lo que le espera al nuevo delegado pipope del IMSS en Tamaulipas.