PuntoCiego
Daniel Santos Flores
La Tremenda Corte es un programa de radio y televisión de comedia producido en La Habana, Cuba, basado en los guiones escritos por Castor Vispo. Se transmitió por radio en 1942 y 1961 de manera ininterrumpida y se retransmitió en muchísimos países, se hicieron discos, programas de televisión, bueno hasta programas televisivos en otros países que buscaban seguir con la misma trama.
El programa contaba con 5 personajes principales, los cuales llevaban por nombre: El Tremendo Juez, José Candelario Tres Patines, Luz María Nananina, Rudecindo Caldeiro y Escobiña y el Secretario. Los casos que se presentaban usaban el sufijo “icidio” para referirse a estos, por ejemplo: Caballicidio, veranicidio, comercianticidio, jardinericidio, etc.
Según el portal latremendacorte.info el argumento de este exitoso programa giraba en torno a un juzgado y planteaba situaciones en que José Candelario Tres Patines había hecho víctima a Rudecindo y/o a Nananina de alguno de sus robos, engaños o pillerías, y éstos a su vez, lo llevan acusado ante el señor Juez de la corte correccional.
Durante cerca de veinte minutos se iba desarrollando la acusación y la exposición de los hechos por parte de los acusadores. Los temas cotidianos trataban sobre malentendidos que el propio Tres Patines provoca haciendo juegos de palabras, tergiversando siempre para su provecho el doble significado que algunas frases pudieran tener.
Al final del juicio, Tres Patines siempre era encontrado culpable e importaba poco los argumentos que el mismo pronunciaba para defenderse. El veredicto del señor Juez casi siempre obligaba al sinvergüenza de Tres Patines a purgar una condena en días o pagar una indemnización monetaria.
A pesar de que es un programa que fue producido hace muchos años, recuerdo que era transmitido todavía por radio cuando yo era pequeño. Este programa me trae grandes recuerdos y le guardo un gran cariño, y esto por la simple razón de que quien nos lo ponía en el radio del carro era mi papá. Este es uno de los grandes recuerdos que tengo del corto tiempo que la vida me dio para convivir con mi padre. Me divertía mucho escuchar el programa por las cosas que decían, pero me divertía más ver a todos riéndose de las ocurrencias, quizás porque toda la familia tenia una sonrisa al mismo tiempo y eso es algo que sigo atesorando.
Ahora que comienza un año nuevo quiero hacer una reflexión. Siempre he creído que la vida es un gran programa de La Tremenda Corte. Siempre habrá un Tres Patines que de alguna manera con o sin dolo de por medio nos termine afectando en algo. De alguna manera siempre seremos como Nananina o Rudecindo, esos que se quejan de un agravio y a veces terminaremos revolviendo más las cosas hasta que llega el Tremendo Juez a poner orden con su rectitud y sus decisiones justas. Ese tremendo juez sin embargo es bondadoso a pesar de parecer muy estricto, y es que también hay que decirlo, en esta vida nos toca ser Tres Patines también. Y siempre habrá un Secretario que se hará cargo de llamar a la sentencia, de meter su cuchara cuando nadie le habla y que pareciera no tener importancia, pero termina siempre apareciendo en nuestras vidas, vamos, pareciera ser un personaje secundario pero siempre estará presente, identifique a su Secretario, de verdad lo va a encontrar. En La Tremenda Corte siempre había solución, cuando mas revuelto se encontraba el problema había algo que le daba cauce y terminaba poniendo a todos y cada uno en su lugar.
Y es que la vida trata de una constante lucha, siempre habrá una batalla que ganar, y cuando pienses que ya has conquistado todas, sale una nueva que ocupa tu tiempo y tu pensamiento. Creo que debemos confiar siempre en el Tremendo Juez, en el gran arquitecto de la vida, o como le llamo yo: Dios.
Entiendo que la vida no es justa, a veces pasan cosas que no logramos entender y de las cuales no quiero ni imaginar que nos puedan pasar. A veces nos pasan cosas positivas que se las atribuimos a la suerte o a un simple “ es que así tenía que ser” y la verdad es que no, si las cosas fueran como tienen que ser, el mundo y nuestro entorno como lo conocemos no sería como lo estamos viviendo.
Ahora que inicia el año permítame recomendarle hacer 3 cosas durante el día: diga gracias en la mañana, diga gracias en la tarde y diga gracias antes de dormir. Abrir los ojos, respirar, escuchar la voz de tus hijos, de tu pareja, de tus familiares, de tus amigos, de tus vecinos, de tus compañeros, escuchar el ruido del carro que trae una falla, el camión de la basura, el que amaneció con la música a todo volumen, las quejas en el radio, las buenas y las malas noticias en el periódico, el viento que te despeina, el calor que te abruma, el frio que te empuja de regreso a tu cama, el sonido del agua, el perro que ladra, la emoción que despierta una llamada o un mensaje y muchas cosas más son por lo que tenemos que agradecer, porque estamos vivos y todo eso, no es más que una prueba diaria que te ofrece Dios para recordarte que el aquí te tiene todavía.
Así como Tres Patines nos trataba de explicar lo que es un termómetro: “Es una palabra compuesta de termo y de metro. Termo es un jarro de lata que sirve para conservar caliente el café de a 3 kilos. Metro es la primera parte de una compañía que se dedica a hacer películas, porque la primer parte se llama ‘Metro’, la segunda ‘Goldwyn’ y la tercera ‘Mayer’. De manera que la cosa esta clara, el termómetro viene a ser una película metida dentro de un termo…”, así en ocasiones no entendemos esta madeja que llamamos vida, pero hagamos el intento de vivirla al máximo porque en un abrir y cerrar de ojos se termina, por eso le digo que siempre diga gracias, porque esta experiencia de vivir es irrepetible.
Reenviado
A paso lento pero seguro los diputados de Morena recuperan espacios perdidos. A paso rápido pero seguro, los diputados del PAN pierden los espacios ganados a la mala. Enero y febrero serán decisivos, ¿Cual es el paso que sigue? Yo se lo cuento la próxima semana.