Francisco Ramos Aguirre
En 1937 mientras el presidente Lázaro Cárdenas promovía la educación socialista y preparaba la expropiación petrolera, el actor cómico Don Chema recorría gran parte del país con su propia empresa de espectáculos. Gracias a sus geniales actuaciones, el popular actor de revista se convirtió en uno de los predilectos quien formó parte del entretenimiento de los victorenses. En noviembre de ese año, dentro de sus giras artísticas presentó su elenco de la Compañía de Comedias, Revistas y Variedades en el Teatro Juárez bajo el lema: “Don Chema, El Hombre que Tiene Eso y que por Eso… Siempre Está Dispuesto a Darle Alegría a los Vivos”
Con el popular actor sinónimo de humorismo y chistes de color, vinieron las guapas y gentiles vedettes Margarita del Castillo “Desenvuelta, graciosa y coqueta. Una vedette en todo el significado de la palabra”, Reyna Vélez “Digna hermana de la Inquieta Lupe”, Adelina Padilla “La Flama Viviente”, Las Mascotitas “Las más Hermosas Tiplecitas de México y Doña Chema “Actriz Cómica de Carácter”, Natalia Velázquez y otras simpáticas segundas tiples.” Durante la década de los treinta, la pintoresca compañía se presentó también en teatros de Monterrey y Saltillo.
Por muchos años, Carlos Gómez Don Chema se desempeñó en diversos escenarios teatrales y carpas de las principales ciudades el país. Por tal motivo se le recuerda como uno de los protagonistas de la historia de espectáculo en México, junto con Carmen Cabrera actriz y bailarina con quien fundó en México una academia de baile. Gracias a sus cualidades dancísticas, el actor intervino como bailarín en la película norteamericana Navajo y en 1939 fue coproductor, argumentista y guionista de la cinta Juan Soldado, filmada en Tijuana con actuaciones estelares de Emilio Tuero y María Luisa Zea. Con Doña Chema y Delia Magaña, actuó en la película Charros, Gauchos y Manolas filmada en Estados Unidos en 1930.
Además se le recuerda desde 1929 en la Compañía de Atracciones Mexicanas y sus actuaciones en el Teatro Principal y en algunos lugares de Estados Unidos. Otro de sus primeros escenarios fue el Teatro Peón Contreras de Mérida, Yucatán. Por otra parte, en el libro Mexicali un Siglo de Vida Artística Cultural (1903-2003), Gabriel Trujillo lo describe como muy lépero quien “…se le pasaba la mano a veces, cosa que le festejaba el público.”
Reyna Vélez, Hermana de Lupe
A finales de la década de los veinte del siglo pasado, la actriz Lupe Vélez era considerada una de las preferidas de Hollywood al convertirse en una figura de culto al lado de grandes personalidades del espectáculo, entre ellas sus esposos Johnny Weissmuller “Tarzán” y Gary Cooper. En noviembre de 1929 fue recibida apoteóticamente en Guadalajara, mientras descendía de un vagón pulman del ferrocarril.
En cambio su hermana Reyna Vélez, se conformaba con explotar su apellido y parentesco con la diva en diferentes teatros del país. Dice El Gallito: “En esta Cd. -Victoria- su hermana Reyna Vélez que viene con la Cía. de Don Chema, Festejó la Llegada de la Inquietante Lupe. Ha obtenido un clamoroso éxito pues es numerosísimo el público que concurre cada noche a nuestro Coliseo, que va admirar a tan simpática Compañía.”
Reyna estudió junto con su hermana en un internado y colegio de monjas en Texas, porque así lo dispuso su padre quien era general del ejército. Tiempo después, se convertiría en vedette y una de las divas más recordadas del teatro mexicano, quien pisó entre otros escenarios el Teatro Lírico. Después fue Secretaria General de la ANDA y falleció en la Casa del Actor a finales del siglo pasado.
Llegaron Los Landeros
Años más tarde, en junio de 1941 llegó a la capital tamaulipeca la famosa Carpa-Teatro Landeros propiedad de la actriz Teresa Landeros y su esposo Roberto Zenteno, quienes gozaban de enorme prestigio. La compañía ofreció varias funciones en la Plaza Morelos de Victoria acompañados: » … de un completo cuadro de artistas venidos unos de la Capital de la República y otros de Monterrey.» Entre las figuras más importantes se encontraba don Canuto y su Escuadrón de Estrellas, integrado por: «…seis hermosas Girls, como bailarinas, tanguistas, cupletistas, etc…que harán la mejor diversión para los habitantes de esta Capital, siendo el espectáculo completamente para familia.»
En 1949 los Landeros hicieron una larga temporada en la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas donde alcanzaron enorme éxito entre el público. Entonces se vivía una época de bonanza, gracias a la gran producción algodonera. Aquel año los actores ofrecieron en la Cancha Municipal de Victoria varias funciones especiales en beneficio del Asilo Vicentino y Cruz Roja. Con esa muestra de filantropía, Carlos Landeros despertó a su favor más simpatías entre los victorenses. Al transcurrir el tiempo el 4 de abril 1952, se instaló la Carpa Gloria en el 18 Morelos, llamada así en honor a su hija. En la cartelera se ofrecía dos personas por un boleto, incluyendo gran variedad de artistas que actuaron en las obras Los Candidatos son Quíntuples y Los Campesinos.
La carpa también operó en una esquina de calle Morelos y trece, actualmente Teléfonos de México. Su diseño era rectangular, techo de lona, telones de boca, sillas de tijera y gradería de madera. De aquellas célebres giras en esta localidad se recuerda una anécdota protagonizada por el cómico de la compañía, quien afirmaba en un sketch que los árabes de Ciudad Victoria eran turcos otomanos. Cierta noche, un libanés que no simpatizaba con esa clase de bromas se sintió ofendido y agredió a golpes al comediante.
Don Carlos Landeros sugirió al artista que fuera más prudente, no repetir el chiste y olvidarse el asunto. Pero el guasón continuó mencionando el chascarrillo en las siguientes funciones. Por su parte el corpulento árabe, siempre lo esperaba a la salida de la carpa para reclamarle su actitud; pero el cómico de marras, abandonaba rápidamente el lugar por la puerta trasera y corría a toda velocidad a refugiarse al Hotel Las Palmas.
Lupe Rivas Cacho
Vale recordar que una de las célebres divas y pionera de las carpas mexicanas de aquella época, era Lupe Rivas Cacho quien se inició como cantante de ópera y después fue considerada intérprete y creadora de “tipos nacionales.” En 1921 trabajó con su compañía en el Teatro Isabel de Tampico, Tamaulipas. En esa época competía en belleza y talento al lado de Esperanza Iris, María Conesa y Mimí Debrá. Lejos del escenario, durante los inicios de su carrera, sostuvo un romance y fue modelo del pintor y muralista Diego Rivera. Por sus aportaciones al teatro, se le considera uno de los personajes que enriqueció sustancialmente la cultura popular.
Como en los viejos tiempos cuando figuraba de tiple de zarzuelas en los teatros Alarcón, Alcázar, Iris y Apolo, a principios de la década de los cincuenta actuó en Ciudad Victoria. Para entonces, encabezaba su propia compañía ofreciendo funciones en una de carpa instalada sobre un terreno baldío de calle Hidalgo 18 y 19 a un costado de la casa de la familia de la Lastra, actual Casa de la Cultura Jurídica.