Héctor Garcés
Es cuestión de tiempo, quizás de horas, para que reviente una bomba en la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de Tampico y Ciudad Madero: la denuncia de un multimillonario desvío de recursos.
La demanda será interpuesta ante la Fiscalía General de Justicia del Estado, sí, la que encabeza Irving Barrios, que se encuentra puesto y dispuesto a investigar el mega fraude sin importar los nombres de los involucrados.
¿Quiénes son los que están metidos hasta el fondo en este lío? Para comenzar, Gabriel Guerra Turrubiates, quien cobra como gerente general de la Comapa de la Zona Conurbada pero que en realidad es un títere, alguien que es manipulado por otros personajes de mayor peso e influencia política.
Tarde o temprano Gabriel Guerra lamentará el momento en que aceptó quedarse al frente de la dependencia, ya que, tal vez, nunca se imaginó la dimensión que tomaría el firmar tantos cheques y documentos que lo incriminan.
Si Gabriel Guerra es una simple marioneta, pero finalmente cómplice en la turbulenta historia de las aguas negras, ¿quién está detrás del trono?
Todo apunta al exgerente general de la Comapa de Tampico y Madero: Jorge Federico Rivera Schotte.
Este personaje llegó al cargo al arrancar la segunda mitad del sexenio de Francisco García Cabeza de Vaca. Ocupó el lugar del gris y mediocre Adolfo Cabal Ruiz.
Jorge Federico Rivera Schotte fue colocado en el puesto por el hermano del exgobernador, el senador Ismael García Cabeza de Vaca.
Desde entonces, el ingeniero en sistemas empeñó el alma a los Cabeza de Vaca. Incluso, se convirtió en el hombre más cercano al exmandatario estatal.
Era común que, luego de una gira de trabajo, el exgobernador se fuera a la residencia que tiene Rivera Schotte en un lujoso fraccionamiento ubicado en la Playa de Miramar (donde viven otros políticos del sur tamaulipeco).
También era normal que, cuando venía el exgobernador a la zona durante las campañas electorales de 2021 y 2022, las que perdió el PAN en las urnas, fuera recibido en el aeropuerto privado de Tampico por el entonces gerente general de la Comapa.
De hecho, los voceros cabecistas se ufanaban de que Rivera Schotte fuera ‘el hombre más cercano’ a Cabeza de Vaca en la zona sur.
Esos mismos voceros cabecistas lo veían como candidato de Acción Nacional a la alcaldía porteña o, por lo menos, a la diputación federal por el Octavo Distrito. Ni una cosa, ni otra, sucedió finalmente, ya que el entonces funcionario nunca despuntó en las encuestas.
Eso sí, Rivera Schotte se la jugó hasta el final con su amigo Ismael García Cabeza de Vaca, en el sueño guajiro del senador por ser candidato del PAN a la gubernatura de Tamaulipas. A pesar de que esa aventura concluyó el día que los cabecistas perdieron las principales alcaldías del estado en la elección de 2021, se aferró a esa idea hasta el último momento.
Todavía hoy, en un acto suicida, el ingeniero en sistemas se la sigue jugando con Ismael García Cabeza de Vaca. Prueba de ello será el escándalo que está a punto de explotar en la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado.
Así las cosas, la marioneta de esta historia es Gabriel Guerra. El operador de la trama es Jorge Federico Rivera Schotte. ¿Y el beneficiario? La denuncia será en contra del senador panista Ismael García Cabeza de Vaca, por lo que se solicitará juicio político y su desafuero.
De acuerdo a lo que se sabe, el mega fraude en la Comapa Zona Conurbada consiste en el desvío de recursos para comprar ‘la lealtad’ de los diputados locales del PAN en el Congreso del Estado con un jugoso bono por debajo de la mesa: ¡¡¡250 mil pesos mensuales!!!
Sí, un cuarto de millón de pesos adicionales al sueldo y la compensación que ya reciben en el Poder Legislativo estatal, a fin de que se mantengan firmes y no voten en contra de las reformas que Cabeza de Vaca dejó como ‘candados’ para ‘blindar’, entre otras áreas, la gerencia general de la Comapa de Tampico y Madero.
Además, con esos recursos el cabecismo quiere financiar la campaña de la elección extraordinaria para ocupar la senaduría vacante, el espacio que dejó el lamentable y trágico fallecimiento del médico Faustino López.
Por supuesto, el desvío implica la triangulación de recursos con una serie de empresas fachada y ‘los moches’ que deben dar los proveedores consentidos de la dependencia. Todo eso será denunciado.
Parte de los recursos que forman parte de la cadena de desvíos, han sido canalizados al financiamiento de las campañas de lodo que ciertos comunicadores han realizado para golpear al primer gobierno de la Cuarta Transformación en Tamaulipas.
La demanda no sólo será interpuesta ante la Fiscalía General de Justicia del Estado, sino también ante la Auditoría Superior del Estado.
La dirigencia estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que preside Yuriria Iturbe, ya cuenta con todos los elementos para presentar la demanda. La ruta del dinero se encuentra documentada. El Grupo Parlamentario de la 4T respaldará la denuncia.
El escándalo está por explotar.
Y PARA CERRAR…
En la elección de 2016, el empresario llegó por la puerta de atrás e invirtió dos millones de pesos en la campaña cabecista.
Al ganar el PAN, el empresario se convirtió en el proveedor de cloro de todas las Comapas y Juntas de Aguas de Tamaulipas. Algo así como sacarse ‘el Melate’.
A lo largo del sexenio, acumuló ganancias multimillonarias… y eso que repartió ‘el moche’, en tiempo y forma, al hermano consentido.