Un día al escuchar a Gardel, Luis López se acercó a casa de su vecino para preguntarle qué música era aquella tan poco común y que nada tenía que ver con el acordeón y bajo sexto que acostumbraba oír en su pueblo.
Su vecino le dijo que era un tango y que «había otros mundos por conocer»… y eso hizo que, a los 14 años, López saliera a buscar esos sonidos y la forma de colorear su vida.
-¿Por qué se fue a Estados Unidos?
-Por amor.
Pero como de amor no se vive, allá trabajó de mesero y rotulista antes de vivir por y para el arte.
Los invitamos a ver esta entrevista que le hicimos al artista plástico en la Casa Verde en #Hidalgo #Tamaulipas.
Un riobravense que traspasó la frontera y desde hace 40 años ha llevado su arte a través de pinturas, murales y esculturas en edificios, parques e infinidad de sitios públicos de EE.UU.