Daniel Santos Flores
El 26 de octubre circuló un oficio firmado por el fiscal general de Justicia, Irving Barrios Mojica, en el que le hace saber al diputado Félix García, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas, que el fiscal especializado en combate a la corrupción, Raúl Ramírez Castañeda, no aprobó los exámenes de control y confianza que se requieren para ocupar tan honroso puesto, por cierto, el cual fue elegido por García Cabeza de Vaca y aprobado por la mayoría panista el 21 de septiembre de 2021.
Sí, esa mayoría que pastoreaba Gerardo Peña y que antes de entregarle la estafeta a la actual legislatura, aprobó una infinidad de cosas en fast track, y realizó cambios significativos para evitar que la mayoría de Morena dinamitará el camino de García Cabeza de Vaca en su último tramo de gobierno.
Pero lo que llama la atención de todo esto no es que el principal aliado del ex gobernador panista -o sea el fiscal Irving- le haya dado tramite a Raúl, lo que llama la atención realmente es lo que dice entre líneas este caso.
En mi columna pasada, titulada “La verdadera ceremonia de toma de protesta”, les comenté que el presidente había venido a Tamaulipas, no a anunciar un plan de rescate para el estado o a dar una mañanera desde la capital. El presidente Andrés Manuel López Obrador vino a entronizar al gobernador Américo Villarreal. La doctrina del derecho divino reposa en la idea de que la autoridad para gobernar proviene de la voluntad de la deidad del pueblo que gobierna.
En el sistema político mexicano, el presidente de la República es quien representa el poder máximo, y fue el, quien se encargó de venir a decirle a todos quien manda aquí. Ahí también comenté que habrían más mensajes que los descritos en esa columna, que solo era tiempo de esperar a ver cuáles eran, y que ya nos iríamos dando cuenta de los acuerdos tomados en ese encuentro. Por lo visto, esos mensajes que aun no estaban muy claros, ya se empezaron a ver. Permítame comentarle algunos aquí:
- La orden de destituir al Fiscal en cuestión vino de arriba, de muy arriba, de allá donde si volteas a ver mucho, te cala el sol; si, la orden fue del General en retiro, Audomaro Martínez, nada más el Director del Centro Nacional de Inteligencia y uno de los hombres con más poder en el gobierno federal.
- Cuando estuvo AMLO en Cd. Victoria, desde la mañanera, dijo:
“Y tener un poco de vergüenza porque, si ya llevan seis años y no hay buenos resultados, pues hay que tener dignidad y decir: ‘Ahí está mi renuncia, ya me voy, los mismos procuradores, si no hay resultados, deberían de renunciar, de salirse, pero ahí están aferrados, y lo peor es que algunos hasta cometen delitos o se asocian; como dirían en mi estado, se amacollan con la delincuencia”
Y remató con lo siguiente:
“Luego, también se eligieron así a los fiscales anticorrupción, los eligieron los mismos gobernadores; no en todos los casos, para no generalizar. Pero, imagínense, si se elige al fiscal anticorrupción por 10 años, 12 años, pues se garantiza la impunidad” *Inserte aquí los ojitos de whatsapp querido lector.
La primera orden del presidente se acató al pie de la letra. Destituyeron al fiscal anticorrupción después de un año en el cargo. Sí, después de un año, el CNI se dio cuenta de que el hombre en cuestión no era un perfil apto para el trabajo. ¿Capisci?
Ahora bien, ¿quién era el superior jerárquico de Raúl?, ¿a quién le hicieron la invitación en cadena nacional a que tuviera vergüenza?. Entonces… ¿qué sigue?.
Eso si, el ex gobernador estuvo muy activo retuiteando mensajes de algunos de sus excolaboradores como Carlos García, Yahleel, o de su hermano, el senador, referente a distintos temas… pero del fiscal ANTICORRUPCIÓN que propuso y que el General se encargó de destituir, de eso no hubo ni un solo tweet. Por cierto del caso de las órdenes de aprehensión giradas -por su amigo Irving- contra dos cercanos empresarios presuntos responsables de un fraude a los trabajadores del estado, tampoco tuiteron nada.
Si con esto no se han dado cuenta -exfuncionarios, enemigos y supuestos amigos del actual gobernador- que la mano izquierda del presidente está obrando en Tamaulipas, no sé que más les hace falta para ver.
Reenviado
El ahora exfiscal Raúl refiriéndose hace meses a la diputada Úrsula Salazar: «A cada santo le llega su día; ella, si hay necesidad de esperarla, la esperaré; ella podrá ser legisladora y se los respetamos por tres años, esta Fiscalía estará, al menos por lo pronto a su servidor a cargo, ocho años, si hay necesidad de esperarla, la esperaré». Esto nos recuerda al personaje que refiriéndose al Titanic dijo con orgullo: “ni Dios mismo podría hundir este barco”.