Rutinas y quimeras
Clara García Sáenz
Hace algunas semanas escribí un texto sobre cuatro mujeres reynosenses que tenían un perfil ideal para ocupar la dirección del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA) en el gobierno de Tamaulipas y prometí entonces que hablaría más adelante de otras mujeres inteligentes, trabajadoras y con gran capacidad ejecutiva para desempeñar esta delicada labor en un gobierno que está buscando perfiles idóneos; como lo dije entonces, ahora lo reitero, existen muchas personas con amplia trayectoria, con capacidad demostrada, más allá de las fórmulas gastadas y repetidas y hoy hablaré de cuatro mujeres victorenses para seguir abundando en el tema.
La primera de ellas es Elin López León de la Barra, socióloga de profesión con maestría en promoción y desarrollo de la cultura, cuenta con una vasta experiencia como promotora cultural; formada en la administración estatal, cabe destacar que su mayor mérito es que conoce a la perfección el ITCA, ya que desde la época de Tomás Yarrington ocupó prácticamente todos los cargos en el escalafón administrativo, iniciando como auxiliar administrativo eventual, luego de base, posteriormente como jefa de departamento hasta que en los últimos años del gobierno de Egidio Torre fue directora de difusión y desarrollo cultural, destacándose por su vocación de servicio, su discreción y profesionalismo, siendo sin duda una promotora cultural nata.
La segunda mujer victorense con un perfil idóneo para ocupar la oficina de cultura estatal es Revo Tamez, arquitecta y maestra en promoción y desarrollo de la cultura, conocida ampliamente en los círculos culturales y universitarios, fue durante los últimos 18 años directora de difusión cultural de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, con amplia experiencia en la promoción y gestión cultural, es icono en el teatro musical en Tamaulipas y un referente obligado como maestra de este género en las últimas décadas. En su larga experiencia en la administración pública ha desempeñado eficientemente cargos en la Secretaría de Turismo y directora de la Casa del arte. Su experiencia en el campo de la administración cultural es amplia, distinguiéndose por su capacidad de conciliación, trabajo en equipo, honestidad y un trato amable.
La tercera es Marisa Avilés Arreola, reconocida escritora victorense, comunicóloga de profesión, tiene estudios doctorales en antropología cultural; mujer de una pieza, se distingue por su creatividad, sensibilidad y cuenta con gran capacidad de análisis y crítica, su trayectoria laboral la realizó en el Tecnológico de Monterrey y en los últimos años se ha desempeñado como freelancer, escribiendo y presentando libros. Tiene la capacidad de escuchar, está en contra de las mafias artísticas, acepta críticas, da la cara y resuelve problemas, es solidaria y convive con facilidad tanto con la vieja guardia artística como con la nueva.
La cuarta es Jessica Canales, directora de teatro y escritora, gestora cultural y actriz. Cuenta con estudios en la SOGEM y como pocos artistas tamaulipecos, se ha labrado una carrera artística fuera de Tamaulipas sin necesidad de apoyarse en la infraestructura del estado. Una mujer honesta, trabajadora y comprometida con su trabajo, lo que le ha permitido conocer el mundo cultural tanto nacional como internacionalmente, es una gestora cultural comprometida y capaz de ejecutar proyectos exitosos en las artes.
Cualquiera de estos perfiles está sobradamente calificado para la encomienda de una oficina estatal que continua acéfala y que espera los mejores resultados.
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