Por Eduardo Ramírez/CDMX
“Que los ojos de los desaparecidos lo sigan a todas partes y el llanto de sus madres no los dejen dormir” se lee en la manta que trajo José Arredondo Facundo desde Nuevo Laredo, Tamaulipas para denunciar, una vez más, la desaparición de su hermano Miguel.
“Que los ojos de los desaparecidos lo sigan a todas partes y el llanto de sus madres no los dejen dormir” se lee en la manta que trajo José Arredondo Facundo desde Nuevo Laredo, Tamaulipas para denunciar, una vez más, la desaparición de su hermano Miguel.
Afuera de la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, en la exclusiva zona de Polanco en la capital del país, José nos ha dicho que hoy se cumplen 5 años de la desaparición de su hermano y a ninguna autoridad federal o estatal le interesa el tema.
La semana pasada estuvo en plantón frente a la Casa de Gobierno de Tamaulipas, afuera del consultorio del gobernador electo, el doctor Américo Villarreal Anaya, en la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas y en el Supremo Tribunal de Justicia…en ninguna parte lo atendieron.
José, trabaja tres semanas en los Estados Unidos, junta recursos y la cuarta semana del mes se traslada a Ciudad Victoria, la capital de Tamaulipas a pedir a las autoridades que avancen en el caso.
Su caso se ubica en el expediente NUC 210/2017 iniciado en contra de QUIEN RESULTE por el DELITO DE DESAPARICIÓN FORZADA DE PERSONAS COMETIDO POR PARTICULARES en agravio de Miguel Arredondo Facundo.
La denuncia fue presentada el día 7 de septiembre de 2017, aunque la NO LOCALIZACIÓN inicia el 5 de septiembre de 2017, habiéndosele visto por última vez a las 14:00 horas, en que salió de su casa en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
A cinco años del hecho aún no concluye la investigación preliminar, principalmente por una serie de omisiones/deficiencias/negligencias/incompetencias en el cumplimiento de las Constituciones, federal y local, y las leyes aplicables en materia de seguridad pública, procuración de justicia, procedimiento penal y atención a víctimas.
Hasta ahora ha acudido a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de Tamaulipas, “porque su misión es proteger de manera integral a las víctimas y esto no ha ocurrido. Todo lo contrario, se ha tenido que usar la queja contra todos ellos”.
Aparecen en el expediente, el ex alcalde panista de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuéllar, su secretario del Ayuntamiento Raúl Cárdenas Thomae (actualmente secretario general del Congreso de Tamaulipas) y la ex regidora Nora Gudelia Hinojosa García, como presuntos encubridores por negarse sistemáticamente a dar información importante. “Incluso el Congreso de Tamaulipas, donde la bancada panista es mayoría, se ha negado sistemáticamente a llamar a cuentas al Fiscal General de Justicia, Irving Barrios Mojica y, por su parte, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Horacio Ortiz Renán, ni siquiera se digna conceder una simple audiencia, mínimo derecho humano de los justiciables”.