Por Hilario Ledezma Loredo
Hoy Morena festeja que la Sala Regional del TEPJF les haya dado la razón en la integración de la comisión permanente en el congreso de Tamaulipas, motivos tienen, faltaba más.
No le puse la “H” porque es muda, no por otra cosa.
Nadie dice nada de la repasada que le dio la Sala Regional al Tribunal Electoral de Tamaulipas por meterse en cosas para las que no tiene facultades porque no son -a Dios gracias- la Suprema Corte, como eso de anular leyes y acuerdos legislativos, demostrando que los magistrades no son tan doctos en derecho como se quieren hacer pasar o los quieren hacer pasar.
Sin embargo, es menester recordar el origen del problema, Morena dejó de mandar, hacer y deshacer en el congreso de la H muda cuando vía la traición, el chaquetazo y el cambio de bando, perdieron la mayoría que haiga sido como haiga sido, el pueblo les dio, se lo merecieran o no, tuvieran buenes candidates o no.
Y es que a unas señoras de cuyo nombre no quiero ni acordarme ni puedo por la edad, se fueron para un cielo azul, y ahora, como el chavo del ocho, vuelven como el perro arrepentido.
Y no faltó quien les dijera que son como Judas, pero no mis amores, son peores que Judas.
Se parecen a Judas, en eso que dice el Salmo 55 “Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él; Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar; Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Y andábamos en amistad en la casa de Dios.”
Dirían les otres diputades, ustedes que fueron nuestras amigas, las que juntes nos tomamos fotos con Carmona, que poníamos en el face nuestras fotos con el viejito y nos dábamos like mutuamente, ustedes que con nosotres ponían los cuatro deditos en la foto, ustedes son quienes nos traicionaron.
Pero no se parecen a Judas, porque Judas devolvió el botín de la traición “Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, volvió arrepentido las treinta piezas de plata a los príncipes de los sacerdotes y a los ancianos”, no se ha sabido que las señoras esas que ustedes saben quiénes son, hayan devuelto algo, hasta Judas tuvo más dignidad. “lo caido caido dice el dicho”.
¿Qué más hizo Judas? “Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.”, no queremos que las señoras, literal se ahorquen, pero deberían asumir que merecen la muerte política porque traicionaron al partido que las candidateó y a la gente que votó por ellas.
Narra el libro de los Hechos, que Judas fue sustituido “Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.”
Para estar a la altura de Judas, deberían sustituirlas por sus suplentes.
Ahora sí que como dice la chaviza “ni Judas fue tan traicionero”.
Pero no, el horno no está para bollos y conviene recibirlas con los brazos abiertos, bienvenidas de vuelta hijas… pródigas.