Francisco Ramos Aguirre
Entre los murales existentes en Ciudad Victoria a partir de la década de los cincuenta del siglo pasado, destacan los de Alfonso X. Peña y Ramón García Zurita. El primero plasmó su importante obra artística a la entrada del Teatro Juárez de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. A través de imágenes coloridas, aborda la temática de diferentes períodos, escenarios y personajes históricos de la entidad. Otra de sus obras, que probablemente permanece oculta entre paneles de tela sobre las paredes laterales del mismo recinto, contiene figuras sobre motivos teatrales de la comedia y tragedia; columnas griegas y bailalrinas clásicas.
En cuanto a Ramón García Zurita de quien su ex alumno el pintor Alejandro Rosales Lugo ha escrito una biografía inédita, vale mencionar el mural inconcuso en las escalinatas del Palacio de Gobierno. Debido a su prematura muerte en 1965, quedaron pendientes varios detalles y trazos de su obra. Recordamos también a José Antonio Legorreta Sánchez egresado de la Academia de San Carlos (1948) y maestro de artes plásticas en la Escuela Normal Rural de Tamatán a partir de 1955. Posteriormente creó el Clu de Artes Plásticas en la Escuela Normal Rural de San José de Las Flores, donde dirigió la creación de varios murales.
Durante su estancia, inspiró a un reducido grupo de estudiantes para elaborar dos pequeños murales en las aulas del plantel, donde se prepararon varias generaciones de estudiantes campesinos. Uno de ellos el escudo de la escuela, cercano al pizarrón con una leyenda en homenaje a los docentes, atribuida al estudiante Manuel García Costilla: “Maestro por tener en tus manos las llaves de la ciencias, conviertes en luz nuestras tinieblas.” El segundo mural creado por sus alumnos Agustín Martínez Zúñiga y Cirilo López Castro está dedicada a la fachada y arquitectura del antiguo edificio escolar, destacando sus colores originales; las emblemáticas palmeras en los pequeños jardines; detalles de la Sierra Madre Oriental y un sembradío al parecer de maíz. Al calce destacan los nombres de los maestros Genaro G. Ruiz, Benjamín Peña, Ramón Castillo Mireles, Oscar González Blackaller, Gustavo Omar F., Joel García González y Miguel García.
Los Murales de la Iglesia del Sagrado Corazón
En esa misma época, apareció en escena el sacerdote y escultor michoacano Emiliano Soria, ex maestro del Seminario de Chihuahua; amigo y paisano del ex presidente Lázaro Cárdenas del Río. Dicho clérigo de ideas izquierdistas, convocó a los artistas plásticos Coco Villaseñor y Pancho Alonso a pintar en el interior de la iglesia del Sagrado Corazón, una recreación de La Última Cena, original de Leonardo de Vinci. A la mayoría de los feligreses, la idea les pareció genial porque una obra de esa naturaleza le daría colorido al edificio recién reconstruido gracias al apoyo de la sociedad civil. Sin embargo, a la mayoría de ellos les pareció de mal gusto y fue cubierta con tapíz, y sólo permanecieron los cuatro evangelistas.
En el mismo contexto, se presentó un acontecimiento que causó enorme escándalo entre los feligreses católicos. Aquellos artistas, seguramente influenciados por el cura rebelde de ideas socialistas, recibieron la encomienda de plasmar en la bóveda un mural de personajes mundiales, algunos de ellos simpatizantes del comunismo. Por ejemplo aparcecen ante Jesucristo en postura predicadora los rostros de Mao, Lenin, Marx, Fidel Castro, Stalin, Hitler, Lutero, Calvino, Poncio Pilatos, Voltaire, un árabe y algunos cristeros. La pintura, atípica en un espacio sacro, atrajo la atención de visitantes y feligreses.
Vale decir que dentro de las escasas evidencias de esta obra, existe una fotografía de mediados de los ochenta, tomada por Eduardo Cruz Vázquez entonces funcionario del Programa Cultural de las Fronteras de la Secretaría de Educación Pública. Este organismo operó de manera satisfactoria recursos federales para el fomento de la cultura en las entidades fronterizas. En el caso de Tamaulipas era gobernador el ingeniero Américo Villarreal Guerra y Directora del Instituto Tamaulipeco de Cultura la maestra Blanca Anzaldúa Nájera. En un evocador artículo recientemente publicado en el Sol de México, Vázquez -forjador y pieza clave del Festival Cultural de la Costa del Seno Méxicano- recuerda sus andanzas por tierras victortenses y particularticulalrmente hace referencia a un raro mural que llamó su interés, cuando visitamos la iglesia del Sagrado Corazón.
“El atractivo no precisamente turístico, entre 1986 y 1987, era un singular mural. Se plasmaron los rostros de un conjunto de líderes comunistas que idolatran a Jesucristo. Un original desafío en a casa de Dios. Tras descubrir en mis archivos una fotografía de aquella pintura, al compartirla con Paco me contó…”
Uno de los personajes que más llamó la atención por su presencia en la cúpula del templo, fue el líder cubano Fidel Castro en esos momentos figura mundial. La obra pictórica original que para muchos representó un desafío a la jerarquía de la iglesia y parte de la grey católica, se conservó al menos hasta finales de los ochenta o principios de los noventa. Así las cosas al remodelarse el templo y convertirse en catedral, aquella pintura profana fue eliminada a brochazos y una capa de pintura blanca. En cambio los trabajos de herrería de Juan Treviño Martínez, aún permanecen en servicio. (Las Normales un Grito de Resistencia y Color por la Memoria/Secretaría de Educación Pública/Versión digitalizada.)