Francisco Ramos Aguirre
Nació en Ciudad Valles, S.L.P. el 11 de junio de 1933. El nombre original de este virtuoso violinista es Bertoldo, considerado uno de los últimos sobrevivientes intérpretes del huapango o son huasteco. Fueron sus padres Eulogio Calderón y María Guadalupe Castillo, originarios de Antiguo Morelos, Tamaulipas, quienes integraron una familia de 14 hijos. En 1939 a los seis años de edad, su padre quien tocaba violín le enseñó a tocar dos o tres tonos -sol, re y do- en una vieja jarana. Gracias a su interés y necesidad de ganarse unos pesos, aprendió las canciones mexicanas de la época El Rancho Grande, La Paloma, Jalisco y La Cucaracha.
Enfrente de su casa donde radicaban, se encontraba el Hotel Valles uno de los más importantes centros de alojamiento establecido en el tránsito de la Carretera Nacional, donde pernoctaban caravanas de turistas de Estados Unidos y Canadá. Por las tardes, después de asistir a la escuela primaria sin más atuendo que un sarape en el hombro sostenido de un segurito, acudía a dicho lugar, donde entonaba con voz infantil algunas canciones mientras los extranjeros se encontraban bebiendo en las mesas del restaurante. Ellos lo compensaban con aplausos, sonrisas, dólares en billetes y monedas americanas. A su madre no le agradaba esta situación, porque seguido se ausentaba del hogar.
Continuó con su educación primaria en un plantel de la localidad, pero sin descuidar las enseñanzas musicales de su padre. Transcurrido el tiempo, cuando tenía catorce años de edad se unió al violinista huasteco Alberto Barragán, Emilio Castillo -guitarra quinta- mientras él ejecutaba jarana. Cierta ocasión acompañaron a Miguel Aceves Mejía, quien realizaba una gira artística en Ciudad Valles, un municipio donde Mario Moreno Cantinflas tenía un rancho ganadero.
Desde entonces empezó a tocar fragmentos de huapango y otros géneros populares. En sus andanzas amenizando fiestas y serenatas conoció a Manuel Sánchez, un cliente que contraería matrimonio y los contrató para que tocaran en su boda, particularmente “…los pedacitos de huapango que sabían.” Sánchez le repitió varias ocasiones que tenía un compromiso formal y no lo olvidara. Bernabé carecía de violín y para cumplir ese compromiso, visitó a un abogado secretario del ayuntamiento de Valles a quien conocía. ¿Qué andas haciendo por aquí muchacho? Y le contestó -Usted conoce a Manuel Sánchez quien se va a casar…precisamente el motivo de mi visita es que no tengo violín y desea que toque en su boda. Alguien me dijo que usted tiene uno y vengo a pedírselo prestado.- El funcionario ordenó que lo trajeran de su casa para mostrárselo, y al siguiente día tocó en la fiesta. Fueron sus primeros pininos como músico profesional y además de sudar, estaba muy nervioso.
Al concluir su actuación, el novio les regaló cien pesos a cada uno. En ese entonces tenía 15 ó 16 años, y era un jovencito que ignoraba las sorpresas que le tenía preparada la vida. Después de entregar el violín al abogado, enfiló rumbo a su hogar y en el camino escuchó un chiflido típico de los músicos de esa región. Era el huapanguero Araujo, quien lo llamó por su nombre: “Berna traigo este violín con todo y estuche y necesito dinero…te lo vendo…ándale dame cien pesos por el, porque me urge venderlo.”
Le contesta que no tenía suficiente dinero para adquirirlo, sólo lo que se había ganado y guardaba bien apretado en su bolsillo. Finalmente la compra-venta se realizó y con enorme felicidad cuando lo tuvo en sus manos, llegó a su casa loco de contento y como si fuera un juguete nuevo se lo mostró a su madre. Desde entonces, nunca ha dejado de tocar ese instrumento.
Enseguida fundó un trío huasteco con otros compañeros, y realizó varias giras artísticas y presentaciones en rancherías, hoteles, fiestas y diversos lugares de la huasteca. Al paso del tiempo decidió formar un trío con sus hermanos Reynaldo y Rigoberto, a quienes enseñó a tocar los instrumentos, así como un repertorio de canciones rancheras y sones huastecos con mucho rigor y disciplina. De esta manera realizaron varios viajes a la capital del país donde se especializaron y tocaron en la XEQ Radio y RCA Víctor. En aquella ciudad radicaba su hermano el violinista Refugio Cuco Calderón, quien para entonces era reconocido músico y cancionero popular a quien apodaban El Niño Cuco, porque según los conocedores, tocaba el violín similar al famoso Viejo Elpidio Ramírez.
En la Ciudad de México le ofrecieron en 1957 una gira artística por el estado de Guerrero, a petición del gobernador Raúl Caballero Aburto. Después de varios meses de andar fuera de su terruño y con experiencia acumulada en diversos escenarios artísticos retornaron a San Luis Potosí y después a Tampico, donde actuaron en programas de la radiodifusora XEFW. Por esos días se fundó en Ciudad Victoria el Conjunto Típico Tamaulipeco, auspiciado por el gobernador doctor Norberto Treviño Zapata.
En ese tiempo el promotor de este grupo era el licenciado Emilio Villarreal Guerra, Director de Prensa y Turismo quien después de escucharlos, los contrató para que formaran parte del conjunto de música y baile tradicional de Tamaulipas. Gracias a la calidad profesional del grupo folklórico, el presidente Adolfo López Mateos los envió a varios países -Venezuela, Chile, Perú, Hawai, Panamá, Estados Unidos, Canadá- donde realizaron giras artísticas como embajadores de la cultura popular mexicana. Vale decir que el grupo de baile y música huasteca, siempre portó en sus presentaciones la cuera tamaulipeca que desde entonces se convirtió oficialmente en el traje típico de la entidad.
En 1964 poco antes de partir a la República de Chile, grabaron uno de los discos clásicos del son huasteco en la compañía Perless gracias a la intervención de Bruno Vogt alto empresario de esa compañía. El long play incluye sones clásicos como El Huerfanito, La Petenera, La Rosita, La Huasanga, El Fandanguito y otros donde se aprecia la calidad de sus ejecuciones y el clásico falsete. Durante catorce años, Bernabé coordinó las actividades musicales del Conjunto Típico Tamaulipeco.
Después de aquella experiencia profesional, su fama y prestigio trascendió en toda la República Mexicana por lo que eran muy solicitados para realizar actuaciones en ferias, festivales culturales y ceremonias oficiales. En el caso de Bernabé, tuvo la oportunidad de presentarse al lado de Lucha Villa, Hermanos Castro, Mariachi Vargas, Rosita Quintana, José Alfredo Jiménez, Lola Beltrán, Hermanos Záizar, La Torcasita, Flor Silvestre, Libertad Lamarque, Fernando Rosas, Flor Silvestre y muchos más.
El grupo de música huasteca, norteña y picota y bailarines del Conjunto Típico Tamaulipeco, tuvieron la oportunidad de actuar ante importantes personalidades de talla mundial: John Diefenbaker, ministro de Canadá; Richard Nixon en Ciudad Acuña Coahuila con motivo de la inauguración de la Presa La Amistad; H. Fleishman empresario de Coca Cola; en Palacio Nacional actuó ante los presidentes Luis Echeverría Álvarez, Adolfo López Mateos y Miguel de la Madrid. (continúa).