Ambrocio López Gutiérrez
A partir de este fin de semana Américo Villarreal Anaya forma parte de la burbuja del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa) ya que, por mérito propio se ha ganado la confianza de sus correligionarios y de cerca de 800 mil ciudadanos tamaulipecos que le otorgaron su voto para asumir, con todas las de la ley, el cargo de gobernador constitucional de esta entidad. Para nadie es un secreto que el cardiólogo ahora convertido en avezado político, proviene de las élites locales, creció y se formó profesionalmente con todos los satisfactores materiales, egresó de instituciones educativas privadas, ejerció la profesión de manera particular pero también en instituciones públicas lo que le permitió conocer las necesidades de la población mayoritaria. Al asumir que, por el bien de todos, se debe apoyar a los más pobres, el victorense es por ahora el líder discutible de la nueva izquierda tamaulipeca.
Algunos colegas sostienen que los gobernantes preferidos del presidente Andrés Manuel López Obrador en las entidades son la chilanga Claudia Sheinbaum Pardo, el veracruzano Cuitláhuac Vázquez Jiménez y el sonorense Alfonso Durazo Montaño. Puede anotar ya a Américo como el consentido porque logró derrotar, en dos ocasiones, al reynosense Francisco Javier Cabeza de Vaca, quien convirtió sus diferencias ideológicas con la federación en un asunto personal de rivalidad con el tabasqueño más ilustre quien es uno de los más felices con la derrota de Acción Nacional en estas tierras porque la bandera de MoReNa ondea victoriosa en la región del Golfo desde Campeche a Tamaulipas luego de implantar la 4T en ambas Californias y en casi toda la costa del pacífico. Es de esperarse que las circunstancias en que se da la llegada de AVA al ejecutivo tamaulipeco redunden en amplios beneficios para nuestra entidad.
Habrá quienes cuestionen la integración del gabinete estatal pero hay sobradas razones para el optimismo porque se acaba la serie de gobiernos neoliberales, impulsores del capitalismo salvaje, liderados por personajes priistas como el economista matamorense Manuel Cavazos Lerma, el abogado economista fronterizo Tomás Yarrington Ruvalcaba, el ingeniero civil victorense Eugenio Hernández Flores, su colega también de esta capital Egidio Torre Cantú y el panista texano tamaulipeco Francisco Javier Cabeza de Vaca. Las cosas no cambian de la noche a la mañana y tendremos que acostumbrarnos al nuevo paisaje de la izquierda tamaulipeca que incluye a políticos que se formaron en el viejo régimen como la odontóloga reynosense Maki Ortiz Domínguez, su paisana María Esther Camargo Félix, el mantense Javier Villarreal Terán, el victorense Felpe Garza Narváez. No hay que olvidar que parte de la vieja izquierda se derechizó, siguió en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), se juntó con el PAN y son regenteados políticamente por el empresario ultraconservador Claudio X González.
La victoria de AVA, MoReNa y aliados en Tamaulipas significa la derrota definitiva para el PAN porque se antoja imposible, por ahora, que levante cabeza luego de mostrar durante seis años que su único interés es aumentar el patrimonio de las clases privilegiadas. Herederos ideológicos de la rancia aristocracia mexicana, los panistas han vivido en los años recientes de espaldas a la nación ya que algunos de sus personajes, incluyendo al expresidente Felipe Calderón Hinojosa, se convirtieron en cabilderos de empresas extranjeras. Algunos de sus aliados en los grandes medios nacionales se han encargado de evidenciar a la derecha mostrando como la cúpula del PAN lanza diatribas todos los días contra el presidente de México pero hace reverencias ante los monarcas europeos. La prensa mexicana ha dado cuenta de las gestiones de los legisladores panistas que se oponen a las iniciativas que benefician a la mayoría de la población.
La memoria colectiva tiene el registro de los legisladores panistas votando en contra de la pensión universal para adultos mayores. Combatieron el apoyo gubernamental para discapacitados y madres solteras. Dijeron que era un despilfarro dar tantas becas para estudiantes improductivos. Los administradores del PAN se atrincheraron en causas minoritarias, se sometieron al liderazgo de un empresario cuya organización civil recibe subsidios de la embajada de los Estados Unidos. Cuando creíamos que la derecha ya había tocado fondo, los panistas se van a Europa a quejarse de los problemas que tenemos en México. Para los conservadores siempre es más cómodo mostrar lealtad a los antiguos colonizadores de nuestra América que proponer alternativas para que el pueblo las adopte y se conviertan en políticas públicas. Para su mala suerte, irse a quejar a la Unión Europea refresca en la memoria colectiva la imagen de los conservadores del siglo XIX haciendo gestiones para que nos gobernara un príncipe extranjero.
En ese contexto, es de esperarse que termine la política de enriquecimiento de unos cuantos para que haya fuertes inversiones para beneficio de todos. Américo tiene la enorme responsabilidad de reconstruir nuestras ciudades víctimas de la guerra ideológica. Hay políticos ineptos como el alcalde victorense Eduardo Gattás Báez que se beneficiarán del nuevo régimen pero no importa porque nuestra capital ha sido una de las principales víctimas de la pesadilla sexenal panista. La educación pública, la salud comunitaria, y la cultura para todos podrán ser realidad con AVA y la 4T. Así sea.
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