Por Carlos F. Salinas Domínguez
Emilio Martínez Manautou, médico de profesión, político con vocación y aptitud para su ejercicio, fue, en su momento, el prototipo del político mexicano muy competente y exitoso en la etapa, 1952 a 1970, en que el sistema político creado por el PRI, vivió sus mejores tiempos en el desarrollo económico, social, urbano, agropecuario y la creación de una infraestructura sólida; se vivían los años del llamado «Milagro Mexicano», la economía crecía a tasa anual por arriba del 5%. Fue un político que entendió a la perfección la política que se practicaba en México por lo que logró ser precandidato del PRI con posibilidades reales a la presidencia de la república al término de la administración del presidente Gustavo Díaz Ordaz en que se desempeño como secretario de la presidencia.
EN CIUDAD VICTORIA SU NACIMIENTO
Emilio Martínez Manautou nació el 30 de julio de 1919, un miércoles, bajo el signo de Leo, en el domicilio de sus padres Alfredo Martínez, de Linares, Nuevo León y Guadalupe Manautou Margain, de Ciudad Mier, Tamaulipas, ubicado en la acera norte en la calle Matamoros entre los callejones 13 y 14, frente a lo que hoy es la escuela «Victoria»; fue el tercero de cinco hermanos: Alfredo, Antonio, Emilio Othón, Federico y Jorge. En el registro civil se le inscribió como Emilio Othón, su segundo nombre nunca lo utilizó.
EL MOLINO DE NIXTAMAL
La señora Guadalupe Manautou, su mamá, era propietario de un molino de nixtamal ubicado en la misma casa habitación; en esos años las tortillas de maíz se hacían en los domicilios para tal efecto se compraba la masa de nixtamal en los molinos. El señor Alfredo Martínez, jefe de la familia, tenía un rancho ganadero en el municipio de San Carlos.
Al ir creciendo los hermanos Martínez Manautou afloró la vocación por ser médicos, tal vez, influidos en el ejemplo de su tío materno el doctor Raúl Manautou, que era uno de los médicos de mayor prestigio y competencia en Ciudad Victoria.
El hijo mayor, Alfredo se fue a estudiar medicina a la Ciudad de México, sus hermanos apuntaban para estudiar la misma profesión por lo que la señora Guadalupe tomó la decisión de irse a vivir a la capital del país, hacerles casa a sus hijos por lo que rentó un muy amplio departamento en la calle de Leandro Valle ubicada a un costado del templo de Santo Domingo a menos de 100 metros de la escuela de medicina de la UNAM. Además ofreció asistencia a otros estudiantes. Este hecho demuestra que la señora era de carácter, tomaba decisiones y procuraba que sus hijos tuvieran un futuro mejor, sin duda fue una muy buena madre; los cinco hermanos estudiaron y se graduaron como médicos cirujanos egresados de la UNAM.
Alfredo se fue a ejercer a Mexicali; Antonio se quedó en la Ciudad de México como médico de la SCOP, después hizo carrera sindical en el IMSS; Emilio partió a los EUA, Nueva York y Boston; Federico optó por Mexicali en donde incursionó en política y Jorge hizo carrera en el IMSS.
En los EUA, en 1944 estuvo como médico practicante en hospitales en las ciudades de Nueva York y Boston, los hospitales tenían gran demanda de médicos en razón a que la segunda guerra mundial los necesitaba y reclutó con urgencia para los frentes de batalla y hospitales militares; por su parte los hospitales en EUA había falta de médicos. Pudo haberse quedado como médico residente, no lo hizo, regreso a la Ciudad de Matamoros, que entonces vivía el boom algodonero, además la familia Manautou, originalmente arribó de Francia a México por Brownsville y Matamoros, la que contaba y cuenta con prestigio social en la región. Abrió su consultorio en la calle Sexta, teniendo de inmediato éxito profesional y social, se convirtió en el soltero más codiciado, conoció a Leticia Cárdenas Montemayor, hermana de su amigo Augusto, que era tal vez la mujer soltera más guapa y de impactante presencia en toda la frontera de Tamaulipas, además de una muy buena posición social y económica, contrajeron matrimonio en 1947, procrearon cuatro hijos: Sergio, Leticia, Gina y Gerardo.
1951, REGIDOR EN EL AYUNTAMIENTO DE MATAMOROS
En 1951 inició de manera su carrera política al formar parte del ayuntamiento del municipio de Matamoros como regidor, el presidente municipal era Juan B. García y presidente municipal suplente Augusto Cárdenas Montemayor; el día primero de enero de 1952 se inicia la administración municipal que se tornó muy conflictiva, siendo destituido el presidente municipal Juan B. García antes de concluir su período. En alguna ocasión le escuche decir: «…ayudé a que Juan B. García a que fuera presidente municipal, después, ayudé a destituirlo…», me lo dijo con orgullo y suficiencia. Ese acción era la primera que mostraba su capacidad para la maniobra política.
NORBERTO TREVIÑO ZAPATA, CANDIDATO A DIPUTADO
En el mes de agosto de 1951 Adolfo Ruiz Cortines, secretario de gobernación en la administración del presidente Miguel Alemán, había invitado a su médico y amigo Norberto Treviño Zapata a un viaje a la ciudad de Nueva York, diciéndole, «…en cuanto pase el informe presidencial, en la primera oportunidad nos vamos a Nueva York…», poco después de las fiestas patrias don Adolfo le dijo a su médico: «….se llevó al carajo el viaje a Nueva York, me ha correspondido la gran responsabilidad…», según Treviño Zapata, fue el segundo o tercero en enterarse que don Adolfo sería el candidato del PRI a la presidencia de la república, agregando, don Adolfo, usted será candidato a diputado por su tierra y la de su gente, padres y abuelos, la ciudad de Matamoros, Tamaulipas.
En los primeros meses de 1952 el doctor Norberto Treviño Zapata llega como precandidato del PRI a diputado federal por el distrito electoral de Matamoros, tiene alguna concencia en razón a que había visitado la ciudad en compañía del gobernador Raúl Gárate y don Adolfo Ruiz Cortines después de un informe del primero. Se hospedaba en un hotel que la maledicencia y el sentido del humor de los matamorenses le decían Hotel «De los palitos», en razón a que su dueño lo había erigido con las ganancias de un burdel en la zona de tolerancia.
Sus primeros colaboradores para la campaña fueron, en primer lugar don José López Cárdenas y Augusto Cárdenas Montemayor; después se sumaría Emilio Martínez Manautou, regidor del Ayuntamiento que se identificó como ex alumno de Treviño Zapata. La campaña, muy bien organizada, de gran impacto fue triunfante.
El diputado electo Treviño Zapata fue designado por el presidente electo Ruiz Cortines, como Jefe del Control Político de la Cámara de Diputados. La relación Treviño Zapata y Martínez Manautou se hizo muy cordial, lo invitó a que colaborara en la cámara de diputados como jefe de los servicios médicos, aunque el cargo era modesto, aceptó, sin duda percibió que era la oportunidad de entrar en política nacional, precisamente en el lugar en que se hace política y politiquería las 24 horas del día. Al poco tiempo el secretario particular del Treviño Zapata renunció para ocupar otro cargo, lo sustituyó Emilio Martínez Manautou, en los hechos era un diputado más, así lo consideraban el resto de los diputados, al grado que cuando fue candidato a diputado federal en 1955 por Matamoros le decían «…tú eres el único diputado que va a ser reelecto…». Su paso por la cámara de diputados fue un ejercicio de política en que aprendió y mostró sus aptitudes para el duro ejercicio de la política en México. Se tornó en un político de futuro, con don de gentes, muy hábil para entablar relaciones amistosas con los personajes de primer nivel; el presidente Adolfo Ruiz Cortines lo estimaba, se había ganado su confianza, lo mismo don Angel Carvajal, secretario de gobernación y el oficial mayor Gustavo Díaz Ordaz; además se hizo de amigos muy duchos en política en la cámara de diputados como Francisco Galindo Ochoa, Leopoldo Sánchez Celis, Carlos Román Celis, Flavio Romero de Velasco y otros. Asimismo, fue delegado PRI en varios estados, en Hidalgo inició una amistad larga con el entonces gobernador Alfonso Corona del Rosal. Tenía excelente relaciones con la prensa, apoyado por Francisco Galindo Ochoa, así es como Carlos Denegrí, el periodista más influyente de México, lo mencionaba con regularidad comentando sus aciertos en su columna de Excélsior.
SENADOR DE LA REPÚBLICA
En 1958, con la candidatura del PRI de Adolfo López Mateos a la presidencia de la república, Emilio Martínez Manautou, de manera natural, por sus relaciones personales, además del apoyo de Adolfo Ruiz Cortines, Norberto Treviño Zapata, Gustavo Díaz Ordaz, Agustín Olachea fue candidato al senador de la república, llevando como compañero de fórmula al filósofo Juan Manuel Terán . Un paso más muy importante en su carrera política, en teoría o en su proyecto, como se dice, seguía la gubernatura de Tamaulipas para 1962, se preparó para ser gobernador todo indicaba que lo sería con el apoyo abierto del secretario de gobernación Gustavo Díaz Ordaz, el gobernador Norberto Treviño Zapata, el visto bueno del presidente Adolfo López Mateos, era el candidato del presidente del PRI Alfonso Corona del Rosal, no lo fue, de repente a mediados de septiembre de 1962 el PRI «destapó» a Praxedis Balboa como su candidato, al parecer, el poderoso sindicato petrolero con el recién llegado líder Joaquín Hernández Galicia pidió al presidente López Mateos que el candidato fuera Praxedis Balboa, lo fue. Emilio Martínez Manautou, que ya era un político de sensibilidad muy acusada fue el primero en ir a felicitar a Praxedis Balboa en su despacho en las oficinas de Pemex en la calle de Humboldt, ese acto de civilidad y madurez política fue muy comentado en las columnas periodísticas de política, todo arreglado por Pancho Galindo Ochoa, su gran amigo. Por otra parte su relación con Norberto Treviño Zapata se empezó a deteriorar; Antonio Martínez Manautou, aseguraba que su hermano Emilio no fue gobernador en razón a que Treviño Zapata no lo apoyó con decisión. El resentimiento llegó al grado que dejó de rentar el consultorio-despacho que ocupaba en el edificio ubicado en Plaza de la República en que Treviño Zapata tenía su consultorio desde que se inauguró el inmueble a finales de los años 40s. Se fue sin despedirse. Era la otra cara de Emilio Martínez Manautou que no se conocía en público. Al respecto Treviño Zapata me dijo que tal vez había encubado mucho resentimiento y rencor en razón a que como siempre actuaba en términos de «magister» en múltiples ocasiones le llamó la atención con dureza.
SECRETARIO DE LA PRESIDENCIA
En el mes de octubre de 1963, un año después de que no fue candidato a gobernador de Tamaulipas, su amigo, el secretario de gobernación Gustavo Díaz Ordaz es «destapado» como candidato del PRI a la presidencia de la república, hizo toda la campaña electoral a su lado como un especie de secretario particular, asesor y hombre de confianza para ciertas acciones. Los comentaristas y especuladores en formación del gabinete presidencial lo ubicaban de secretario particular o secretario de salubridad, ni uno ni otro cargo, se le nombró secretario de la presidencia con funciones de programación, planeación, presupuesto y jurídicas. En ninguna de esas materias tenía conocimiento por lo que se rodeó de los técnicos más capaces en cada ramo, formando un equipo de primera, se decía que era un excelente coordinador de talentos, entre sus subordinados estaba José López Portillo como jefe de la oficina jurídica, después subsecretario. Fue un secretario de la presidencia muy eficiente, con talento y modos de político de altos vuelos, sin duda el mejor momento de su vida como político y administrador. En los usos y costumbre de la política del sistema político priista de aquella época estaba encaminado a tener posibilidades reales para ser el próximo presidente de la república. Casi toda la inteligencia lo apoyaban, lo veían como un político serio, muy competente, de mente abierta, capaz para alternar y coordinar a talentos de diferentes capacidades, sin mayores antecedentes de político lodero, con la excepción de su actuación en la caída del rector de la UNAM Ignacio Chávez, encomienda que le hizo el presidente Díaz Ordaz para calarlo en lealtad, eficiencia y disposición a «tragar sapos».
No resultó candidato del PRI a la presidencia de la república, lo fue el secretario de gobernación Luis Echeverría, es posible que los hechos del Movimiento Estudiantil y la matanza de Tlatelolco hayan influido en la decisión, Echeverría demostró mayor dureza y más sometimiento.
En alguna ocasión Mauricio González de la Garza, en comida celebrada en la casa que José Villarreal Caballero poseía en la Ciudad de México en las Lomas de Chapultepec nos platicó qué Gustavo Díaz Ordaz, muchos años después, en los 80s lo había invitado a platicar, lo que aprovechó para preguntarle el por qué no había sido candidato Martínez Manautou, a lo que le dijo » que lo sintió que no era el hombre para el momento que se vivía, además, le notó cierto engreimiento «, esa fue la versión según el citado articulista de fuste González de la Garza.
SECRETARIO DE SALUBRIDAD
Durante la administración de Luis Echeverría, 1970-1976, Emilio Martínez Manautou estuvo fuera de toda actividad política o administrativa.
En el mes de septiembre de 1975 el secretario de hacienda José López Portillo, anterior subordinado de Martínez Manautou, es «destapado» como candidato del PRI a la presidencia de la república al tomar posesión del cargo el 1o de diciembre de 1976 nombra como secretario de salubridad a Emilio Martínez Manautou por el que tiene simpatía y apreció, además de agradecimiento por el juego político y administrativo que le dio en la secretaría de la presidencia.
Emilio Martínez Manautou sintió que era una segunda oportunidad para llegar a la presidencia de la república, se esmeró en realizar una buena actuación como secretario de salud, en Tamaulipas se sintió con la construcción de varios hospitales.
El presidente López Portillo a principio de 1980 le propuso que se preparara para ser candidato a gobernador de Tamaulipas, a lo que le hizo saber que ese cargo no le interesaba, unos meses después le volvió a indicar, su amigo Pancho Galindo Ochoa fue el medio para hacerle saber, con crudeza, muy a su estilo, le dijo que aceptara, que no iba a ser candidato a la presidencia, que en su camino estaba ser gobernador de Tamaulipas.
GOBERNADOR DE TAMAULIPAS
Emilio Martínez Manautou fue gobernador de Tamaulipas de 1981 a 1987, en el cargo no fue aquel político de altos vuelos, con sensibilidad, minucioso; digamos que cumplió a secas.
Se desempeño con abulia y cierta displicencia, cumplía con el protocolo, pero no había entusiasmo ni ganas de gobernar, además dejó en segundas manos acciones importantes, se acusó nepotismo y corrupción.
En su trato, un tanto frio y distante, aunque siempre muy cortés y respetuoso, algo quedaba del político mayor que fue.
No obstante su desgano, la muy mala prensa que padeció desde el día del «destape» en el sentimiento popular no hizo mella, lo ejemplifico de la siguiente manera, al final de su administración el periódico «El Mercurio» de Ciudad Victoria lanzó un concurso para medir la corrupción sexenal, se ofrecieron premios en metálico, todos los días se recibían del público y se publicaban casos pavorosos de corrupción de funcionarios estatales de distintos niveles, desde un conserje, el tesorero, el procurador de justicia, y demás, por ejemplo, se ejemplificaba que tal funcionario al iniciarse la administración vivía en una casa de renta, al terminó construyó una residencia en el Club Campestre o en el fraccionamiento «Los Naranjos», en esa fecha me desempeñaba como delegado estatal del CISEN, informe sobre el concurso, me ordenaron que levantara una encuesta de opinión, la sorpresa es que en el balance final al preguntarle a los ciudadanos como iban a recordar al gobernador la mayoría decía que con afecto y respeto. En 1982, José López Portillo, en su último informe mencionó «el pueblo que aún sonríe y aplaude cuando ven al Presidente», algo muy similar, lo que el ciudadano tamaulipeco piensa de algunos exgobernadores.
MUERE SUMIDO EN LA SOLEDAD
En los días finales del mes de diciembre de 2003 Emilio Martínez Manautou fallece en su rancho «El Mezquite», ubicado en el municipio de San Fernando , según la prensa local, «sumido en la soledad, en compañía de un empleado y rodeado de gatos, murió de manera silenciosa, prácticamente abandonado de su familia así como de cientos de políticos que favoreció». En 2010, sus sus familiares exhumaron su restos, se incineraron y los depositaron en la cripta familiar en la Ciudad de México.
ENTENDIO EL SISTEMA POLITICO DE MEXICO
Emilio Martínez Manautou fue un político de éxito en razón a que supo entender y movilizarse en la real politik de México, son pocos los políticos profesionales mexicanos que llegan a esas alturas en cuanto importancia política.
Tamaulipas ha producido muy pocos políticos de fuste, en el porfiriato sólo el general Manuel González que llegó a ser presidente de México.
En la post revolución los años de los generales triunfante destacan Emilio Portes Gil, expresidente provisional de México, gobernador de Tamaulipas y jefe político de la entidad; se suma el ingeniero Marte R. Gómez, técnico brillante, muy talentoso.
En los años del ascenso de los universitarios al poder destacan en primerísimo lugar Emilio Martínez Manautou, Norberto Treviño Zapata y Praxedis Balboa.
En los años actuales, los de los tecnócratas los políticos tamaulipecos han caído en el desprestigio total por corruptos y narcopoliticos, dos exgobernadores, Yarrington y Hernández, encarcelados por narcos.
En tal situación es cuando se valora a políticos de cenit del PRI como Emilio Martínez Manautou, que aún con defectos y desviaciones en el balance resultaron con mejores frutos que la tecnocracia asociada a los narcotraficantes y el crimen organizado.
FUENTES: Entrevistas y testimonios orales con Emilio Martínez Manautou y Norberto Treviño Zapata.