Clara García Sáenz
Muy platicada estaba la caminata, con un año y medio de pandemia, solo posponíamos planes esperando la vacuna, finalmente nos citamos por la mañana enviernes en la antigua hacienda de Tamatán para de ahí partir. Había mucha emoción, temor, ansia y expectativa en el ambiente, llegué a las ocho en punto y por primera vez estaban todos los convocados ya en el lugar acordado.
Hace seis años con un puñado de alumnos de la licenciatura en Historia nos fuimos a caminar como una experiencia fuera del aula la parte urbana del Camino Real a Tula e hicimos registros de datos históricos del patrimonio cultural y natural; al año siguiente, ese pequeño grupo compuesto por Alberto, Miguel Ángel, Laurita, Yaneth y Ana Deyanira, me conminaron para que repitiéramos el paseo, entonces agregamos a más alumnos, cada año el grupo fue creciendo y sumando estudiantes de otras carreras hasta volverse costumbre entre los alumnos de los grados más avanzados organizarlo para conocer y convivir con los de nuevo ingreso.
Vimos pasar el 2020 confinados y con la promesa de salir a caminar en primavera del siguiente año pensando que acabaría para entonces la epidemia,
pudimos soportar el encierro y la prolongada vida académica virtual, la esperanza de la vacuna renovó los ánimos y algunos de mis alumnos me sacaron la promesa de hacer el recorrido cuando estuvieran inoculados.
Con la segunda dosis y quince días después, habiendo visto a muchos universitarios reunidos en el gimnasio multidisciplinario en otras actividades no pude resistir el cumplir la promesa. Nuevamente, como la primera vez que fuimos al recorrido, les aclaré que era una actividad extracurricular, no obligatoria sin embargo, placentera y terapéutica para los que gusta ver paisaje y conocer el patrimonio cultural y natural.
Así, reunidos puntualmente a las ocho de la mañana, todos con cubreboca y separados por pequeños grupos recorrimos junto con la doctora Yessenia Méndez la antigua escuela rural de Tamatán, hablamos de su arquitectura, su historia, constatamos el estado de maltrato de edificios con enfriadores, canaletas y toldos; vehículos que utilizan los patios como estacionamiento y el abandono de sus jardines, sus fuentes y monumentos.
Salimos de ahí para visitar la explana (en total abandono) en honor a Adolfo López Mateos, platicamos acerca de la construcción de la carretera 101 en el año de 1959; visitamos el monumento a Emilio portes Gil, donde Alejandra preparó una exposición sobre este ilustre victorense, se tomaron fotos con la mojonera que indica los cinco kilómetros que faltan para llegar al centro de la ciudad y nos montamos sobre el Camino Real a la altura del puente San Marcos donde Saúl nos contó la historia de este camino, lo empezamos a andar hacia el oriente de Ciudad Victoria viendo casas viejas; paramos en la antigua pedrera, ahora campo de tiro de la policía estatal para descansar bajo los árboles y tomar el lunch, ahí Yulet habló de la importancia del lugar como proveedor de material para la construcción de vías de comunicación a finales del siglo XIX, seguimos caminando hasta llegar cerca del parque de Tamatán donde Arturo nos platicó la historia y su evolución a partir de los años 30 del siglo pasado. Nos despedimos ya muy cerca del crucero de Tamatán, con signos evidentes de cansancio pero con una sensación de energía renovada.
Al terminar coincidieron que ya nos hacía falta salir, vernos y platicar en persona de cosas que nos gustan. Aunque fue un paseo a motu proprio, fuera de las disposiciones académicas de la contingencia, el ambiente de la convivencia académica se hizo presente a través de la seriedad de quienes prepararon la guía del paseo y la expusieron, el ánimo de aprender y escuchar de quienes por primer vez hacían el recorrido y la alegría estudiantil de verse en persona, reencontrarse, conocerse y reconocerse. Mi admiración y reconocimiento para todos, porque nunca se quitaron el cubreboca, excepto para comer y beber agua.
Para finalizar comparto algunos comentarios que han escrito los estudiantes que nos acompañaron al recorrido de este año: Fernanda Vianey: Ya hacía falta un poco de contacto humano porque cuanto tiempo estuvimos encerrados, ni yo recordaba cómo era convivir con mis compañeros. En mi experiencia me gustó mucho hacer el recorrido y poder estar en contacto con la naturaleza, poder reírme con mis compañeros, hacer chistes para olvidar el confinamiento, me ayudó a no recordar que estoy en casa tomando clases.
Lucero: La historia en la práctica es importante, así como la teoría, convivir con nuestros colegas de otros semestres también y compartir conocimientos. Agradezco a nuestros compañeros expositores en esta excursión y nos vemos en la próxima.
Michelle: En lo personal me gusto bastante porque fue mi primer recorrido. Yo nunca había conocido más allá del «Zoológico Tamatán» a pesar de ser de esta ciudad. Sin embargo el día de ayer que tuve la oportunidad de visitar este patrimonio cultural junto a compañeros me di cuenta de la importancia que tiene el reconocer algo que nos pertenece, el poder identificar las cosas positivas que hay (y que normalmente pasan desapercibidas por el propio ciudadano) y también lo negativo (como la invasión al patrimonio, la privacidad visual inconscientemente, basura en los lugares, el olor de aguas sucias que se dirige al río, e incluso en mi opinión la falta de «anuncios» para dar una señalización de dichos lugares) y el hecho de conocer en el recorrido a más compañeros, hizo que la experiencia fuera totalmente placentera.
Daniel: Me encantó conocer otros compañeros de la licenciatura, aprendí mucho de historia de edificios que tienen una gran cantidad de años y que hay que cuidarlos con mucha seriedad, me encantó; recordar por donde era antigua Camino Real y escuchar su historia que me sorprendió. En fin, el recorrido fue una muy agradable experiencia porque y lo mejor todo fue conocernos en persona y sentir el buen compañerismo.
María Fernanda: El recorrido me gustó mucho por el hecho de que no conozco tantos lugares de Victoria y el ir a visitar lugares antiguos como la Escuela de Tamatán o el Camino Real me llenó de nuevos conocimientos. El conocer a mis compañeros en persona también fue bonito, verlos físicamente y no a través de una pantalla, poder hablar de nuestras vidas y gustos, conocer a los compañeros que tienen más tiempo en la carrera, que nos cuenten de las experiencias y de los maestros.
Las exposiciones de los compañeros y la manera en que relataban la historia de los lugares a los que llegábamos fue de las cosas que más me gustaron.
Carlos Arturo: Mi experiencia, fue muy agradable, si me gustó, porque puede exponer enfrente de mis compañeros, volverlos a ver juntos.
Alejandra: Mi experiencia fue muy gratificante. Porque pude conocer a nuevos compañeros. Enriquecer conocimientos y adquirir nuevos, sobre todo el patrimonio natural, fue muy interesante ver las exposiciones de mis compañeros y también volver a recorrer el Camino. Espero que podamos ir al balcón.
Yulet: Me gustó mucho. Cuando se habla de historia y patrimonio en clase, nos queda una idea de lo que puede ser, pero es muy diferente cuando uno está en contacto. Cuando uno está en contacto con las construcciones, las zonas arqueológicas, los monumentos, el paisaje, degustar la gastronomía; es algo muy simbólico, ya no sólo nos quedamos con la idea de lo que leemos, sino que presenciamos en persona el valor histórico y patrimonial. El hacer este recorrido cada año para cada nueva generación es como el punto de partida, se aprende de la historia de Ciudad Victoria y se valora el patrimonio que tal vez se desconocía, las generaciones más avanzadas van retroalimentando lo que han aprendido y enseñando a las nuevas generaciones.
El hacer este recorrido y el visitar otros lugares de importancia nos da una manera de ver y pensar diferente.
Saúl: Mi experiencia en esta caminata se va incrementando cada vez más, sin duda alguna es impresionante conocer la historia de este camino el cual ha sido uno de los vestigios más importantes de la ciudad y compartir toda esta información con las generaciones nuevas de la carrera es algo muy satisfactorio.
Yahel: Me pareció muy interesante ir en excursión y ver las cosas en persona. Es una experiencia muy importante para nuestra formación de historiadores. Cómo parte de una generación iniciada dentro de la contingencia, me parece muy importante que se realicen este tipo de actividades. Agradezco mucho a nuestros compañeros expositores.
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