Del Abogado Amigo
Luis Torre Aliyán
En la última sesión del Ayuntamiento de Victoria, formulé un planteamiento para reformar el Reglamento de la Imagen Urbana de Victoria, Tamaulipas, que consiste en adicionar uno de sus artículos para que quede así:
“Artículo 35 Bis.- Las autoridades municipales competentes deberán procurar que con la construcción, colocación o remodelación del Mobiliario Urbano los usuarios del mismo puedan disfrutar, apreciar u observar los espacios públicos.
Artículos Transitorios
PRIMERO.- La presente reforma entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Periódico Oficial del Estado.
SEGUNDO.- En un plazo de tres meses contado a partir de la entrada en vigor de la presente reforma, las autoridades municipales competentes deberán analizar si el mobiliario urbano que actualmente se encuentra colocado en el Municipio cumple con lo dispuesto por el artículo 35 Bis, de lo contrario deberán realizar las adecuaciones correspondientes.”
Como se puede ver, la idea es que se adicione tal porción normativa con el ánimo de que se respete el derecho a disfrutar la ciudad, y que cada que vayan a construir, colocar, o remodelar mobiliario urbano las autoridades municipales deban procurar que los victorenses puedan disfrutar de los espacios públicos de la ciudad.
Claro, a manera de ejemplo mencioné el caso de las bancas de descanso colocadas en la calle Francisco I. Madero (conocida como el 17) que en vez de encontrarse colocadas para que los ciudadanos que se sientan a descansar puedan apreciar el camellón, puente, árboles y adornos ubicados en medio de la calle, se encuentran instaladas de manera que quienes las usan no pueden apreciar más que una insípida pared.
Y, si las autoridades competentes en su momento hubieran colocado las referidas bancas de manera que permitiera a sus usuarios apreciar la belleza del 17, sin lugar a dudas se estaría construyendo/colocando el mobiliario urbano con una visión que garantice el derecho a disfrutar de la ciudad y al mismo tiempo mejorar la calidad de vida de miles de victorenses que diariamente usan tal avenida, lamentablemente no fue así.
Pero ese fue tan solo un ejemplo, lo que pretende la reforma que planteo no es “voltear las bancas del 17” nada más, sino que el esfuerzo es de largo alcance: de aprobarse esta reforma se garantizaría que cada que exista un proyecto de construcción, colocación o remodelación en Victoria, al entrar al rubro de mobiliario urbano tengan el deber las autoridades de respetar el derecho a la ciudad, a disfrutarla.
Bien, ¿Qué es el derecho a la ciudad? Ha sido una alternativa del Derecho moderno con la cual responder a algunos desafíos de nuestros tiempos: exclusión, segregación espacial, degradación ambiental y discriminación.
De acuerdo a la definición de la ONU, el Derecho a la Ciudad es el derecho de todos los habitantes presentes, futuros, permanentes y temporales a disfrutar ciudades y pueblos, de bienes comunes para una vida digna que debe compartirse y pertenece a los miembros de la comunidad.
La reforma del citado reglamento pretende además generar mayor sentido de pertenencia con Victoria, renglón olvidado durante años por la falta de liderazgo en las presidencias municipales.
En fin, el tema no se circunscribe a las bancas del 17 (que, insisto fue un ejemplo), mi iniciativa aspira a profesionalizar la toma de decisiones en materia de imagen urbana, privilegiando este Derecho a la Ciudad de las y los victorenses, cuyo origen se inscribe dentro del compromiso de México ante la ONU por tener “Ciudades y Comunidades sostenibles”, respecto del cual el nivel de gobierno municipal debe contribuir.
Ojalá mis compañeras y compañeros de Cabildo digan sí, y así podamos dejar registro de dicha condición que tendrían que observar las autoridades municipales previo a construir, colocar o remodelar mobiliario urbano, en beneficio de los victorenses.