Llegó a Ciudad Victoria en la década de los 40, venía de Monterrey e instaló la empacadora de mariscos “Productos Cruz de Oro” en el edificio de ladrillos rojos en la antigua escuela agrícola de Tamatán que ahora es ocupado por las oficinas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Ahí se elaboraban enlatados de pescado natural y endiablado que se traía de la Pesca, Soto la Marina y se exportaba a Estados Unidos vía Tampico.
Cuentan algunas personas que conocieron a Gloria María Elizondo, que era una mujer muy caritativa y dedicaba gran parte de su tiempo a la organización de la catequesis; como en esos años Tamatán era un lugar que, aunque habitado, su población estaba desperdigada en pequeños núcleos entre los extensos campos agrícolas de la zona, hacía que su labor de evangelización fuera titánica, al recorrer toda la calle del Camino Real a Tula y el ejido 7 de noviembre hasta la zona donde hoy se encuentra el libramiento Portes Gil y las colonias Echeverría y Estudiantil cuyos espacios no estaban urbanizados.
Gloria Elizondo había intentado desde varios años atrás conseguir un espacio para una capilla, lo que la llevó a enfrentarse con el gobernador Raúl Gárate, famoso por su anticlericalismo y quien por todos los medios le negó un terreno en la zona. Pero los antiguos propietarios de Rancho San Isidro, que aún conservaban algunas tierras, le regalaron un espacio frente a la penitenciaria del estado que se construía en esa época. Al lograr esta donación, decidió levantar la capilla exactamente frente a la puerta de la penitenciaria y dispuso que en el resto del terreno se construyera una casa hogar que para la siguiente década estaba terminada e inaugurada por el gobierno en turno.
Al construirse el templo, Gloria Elizondo hizo traer una imagen de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, desde España, para que fuera la patrona del templo, el cual se consagró el 12 de mayo de 1948. Pero existía una vieja tradición en el lugar: celebrar una romería en honor a San Isidro en el rancho del mismo nombre. Al ser construida la capilla, trasladaron el santo; pero el azadón de oro que portaba desapareció, antes de que cumpliera un año en su nuevo lugar; luego desapareció también el santo. Dado que era una zona agrícola, la iglesia se erigió como vicaría provisional en 1956 y se convierte para los años 60 en la segunda parroquia de la diócesis de Ciudad Victoria bajo el patronazgo de San Isidro Labrador.
Gloria Elizondo regresó a Monterrey en 1954 y se profesa religiosa en 1957 tomando el nombre de Sor Gloria María de Jesús cuyo busto se encuentra en el atrio de la iglesia de San Isidro Labrador en memoria de su labor evangelizadora en Tamatán. Fue ella quien también hizo las gestiones para traer a las Madres de la Caridad del Refugio a fin de establecer una casa de ayuda para jóvenes y a las religiosas del Divino Pastor para fundar un colegio católico.
El 19 de junio del 2020 Sor Gloria fue declarada por el Papa Francisco como Venerable, al ser comprobado que vivió las virtudes cristianas en grado heroico, siendo el paso previo a su beatificación, que se otorga con un milagro comprobado.